No fue un mal concierto, pero dio la sensación de que al público se le quedó corto y al artista, largo. Tras cancelar las citas previstas el pasado fin de semana de Barcelona y Granada por indisposición del artista (un «cuadro severo de gastroenteritis aguda», anunciaron sus allegados), Joaquín Sabina retomará esta noche su gira «Lo Niego Todo» en la plaza de toros de València, la segunda vez que visita el coso del carrer Xàtiva en algo más de tres meses para presentar su último disco. Quizá por ello, y a diferencia de la primera comparecencia, al cierre de esta edición las entradas todavía no se habían agotado.

En aquel concierto Sabina ofreció una primera parte dedicada en su mayoría a los temas incluidos en su último disco (Lo niego todo), producido por Leiva, mientras que en la segunda parte fue desgranando algunas de esas canciones que ya han convertido al jienense en uno de los referentes del folclore español de las últimas décadas.

Pero, a diferencia de lo que venía ocurriendo en los conciertos que venía realizando desde el inicio de la gira en marzo, en su recital del pasado julio Sabina no ofreció los casi obligatorios bises y muchos de los sabinistas que abarratoban la plaza se quedaron con «la miel en los labios y escarcha en el pelo». Durante su actuación, los primeros planos que ofrecían las grandes pantallas situadas a la diestra y siniestra del cantautor dejaron adivinar que éste no estaba especialmente a gusto esa noche. Observando los set-list de otros conciertos posteriores se puede comprobar que este cierre prematuro no fue la tónica habitual en el resto de la gira.

De todas maneras, desde que se anunciasen las primeras fechas de su gira allá por el mes de diciembre la acogida a cada uno de sus conciertos ha sido espectacular. Y la productora augura que lo seguirán siendo en los próximos conciertos, como el que el próximo sábado tendrá lugar en Alicante.