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El teatro de la calle de Landerer

Del Patronato a la Escalante

En 1920 abrió el teatro del Patronato de la Juventud Obrera que ahora está cerrado y pendiente de reforma

Del Patronato a la Escalante

Los orígenes oficiales del Patronato de la Juventud Obrera de València datan del año 1883, cuando Gregorio Gea Miquel pone en marcha una experiencia para la atención, promoción y formación católica de los obreros sin recursos. Como parte de la formación se realizaban actividades culturales, sociales y recreativas, entre las que figuraban escuelas diurnas y nocturnas, colonias veraniegas, juegos y deportes al aire libre.

Hasta 1900 estuvo bajo la administración de los Maristas, y a partir de esa fecha toma la dirección la Compañía de Jesús con Narciso Basté al frente, que puede considerarse como el gran continuador de la labor de Gregorio Gea.

Las representaciones teatrales están presentes desde sus inicios entre las actividades formativas y lúdicas del Patronato, por lo que en las diversas ubicaciones que ocupó, dispuso siempre de escenarios para realizarlas.

Tras varios cambios de domicilio, en 1915 el Patronato instala su sede en un edificio de la calle de Landerer, que complementaron en 1917 con la compra de otros inmuebles colindantes para configurar de manera completa la sede del Patronato. Este edificio había sido propiedad de Antonio Baldoví Beltrán, y su escudo figura en el dintel de la puerta de acceso, aunque se viene atribuyendo erróneamente a los barones de Cortes y Ruaya.

Una vez efectuado el traslado se proyectó la construcción de un teatro, para lo que se utilizó la zona del jardín y las antiguas caballerizas del edificio. Las obras dieron comienzo en 1918 con un proyecto del arquitecto Manuel Peris Ferrando -autor entre otros, del edificio del Punt de gancho- y el ingeniero Emilio Albiol Rodrigo -propietario de la fábrica de cementos Fort en Burjassot-.

El nuevo teatro disponía de 800 localidades, un patio de butacas con doce palcos y numerosas localidades de preferencia. El primer piso incorporaba catorce palcos y localidades de preferencia, y el segundo piso estaba destinado a entrada general. El escenario tenía unas medidas de 16 por 8 metros y se completaba con catorce camerinos para los artistas.

Realizado con cemento armado y con un coste de 150.000 ptas, el cuerpo central de la sala era de siete metros de altura, once metros de ancho y quince metros de largo, a la que rodeaba una galería sostenida por columnas gemelas de hierro dulce que sustentaba la azotea, que servía de gran terraza para el recreo de los niños. En su decoración modernista sobresalían las guirnaldas que adornan los palcos y la boca del escenario, realizadas por Francisco Vidal.

La inauguración tuvo lugar el 16 de diciembre de 1920, con la presencia del arzobispo Enrique Reig Casanova, con una sesión literario musical en el que participó el orfeón del Patronato. La primera representación teatral tuvo lugar tres días después con la obra «El triunfo del Ave María».

Aunque las actividades del teatro en sus inicios fueron únicamente para asociados, con el tiempo se abrió al público en general, donde predominaron las zarzuelas y el cine, ya que dispuso desde el principio de cabina para proyecciones.

Teatro de la Industria Ferroviaria

Con la llegada de la guerra civil los espectáculos públicos estuvieron controlados por el Comité Ejecutivo de Espectáculos Públicos y las salas comerciales fueron incautadas. Los teatros y sus compañías pasaron a ser socializados en su totalidad, prescindiendo del empresario o en su defecto funcionando en régimen de cooperativas.

Durante este periodo, el teatro del Patronato fue convertido en el Teatro de la Industria Ferroviaria, que sirvió para acoger trece representaciones durante el periodo 1936-39.

A partir de 1939 el teatro volvió a manos del Patronato que continuó sus programaciones dominicales de cine, zarzuela, comedia valenciana y el popular Belén en fechas navideñas.

El final de la gestión del teatro por parte del Patronato de la Juventud Obrera, tuvo lugar con la conclusión de la temporada lírica en junio de 1979.

Sala Escalante

Unos meses después de su cierre, la Diputación se interesó por el teatro para complementar la oferta del teatro Principal, y tras cerrar el acuerdo arrendó el local, que pasó a denominarse Sala Escalante. Tras las obras de adaptación y remozamiento necesarias, se realizó la inauguración el 13 de enero de 1980 con el grupo teatral Saó de Llíria.

La primera etapa se completó con un programación variada, dando cabida al teatro valenciano pero también a otras experiencias de pequeños formatos, alguna de ellas de ámbito internacional.

Sin embargo no tuvo la aceptación por parte del público que se esperaba y la Diputación de Valencia lo convierte en un teatro especializado en producciones para público infantil y familiar, con una clara vocación pedagógica. La idea toma el nombre de Teatre dels Somnis y se hace realidad en octubre de 1985 con producciones propias de gran envergadura y calidad, que se enriquecería después con una oferta mucho más amplia incluyendo festivales, ciclos, publicaciones, una escuela de formación y un espacio expositivo.

Su labor realizada fue reconocida con diversos premios, como la medalla de plata al mérito de las Bellas Artes del Ministerio de Cultura o el premio de la Association International du Théatre pour l´Enfance et la Jeuneusse.

Posteriormente en 1990 se realiza una apertura para posibilitar la exhibición de espectáculos por compañías independientes, se realizan ciclos de Microespectáculos, de Compañías Valencianas o El Teatre i les Arts.

Pero en octubre de 2016, noventa y seis años después de la apertura del teatro, se comunicaba su cierre en base a un informe técnico de arquitectura que señalaba graves deficiencias estructurales. La Diputación momentáneamente a través de diversos acuerdos con el Ayuntamiento y la Generalitat ha traspasado sus espectáculos a diversos espacios, como el teatro Micalet, teatro El Musical, MuVIM, Palau de les Arts y Rialto.

El elevado coste de su reforma y la falta de acuerdo entre las partes, ha dejado sin solución de futuro a este legendario local, que puede entrar a formar parte del enorme listado de teatros desaparecidos en la ciudad de València.

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