Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Entrevista

Miguel Harth-Bedoya : "Muchas veces no usamos bien el concepto de música clásica"

«El trabajo de un director es primero humano; hay personas tras los instrumentos»

P ¿Cómo va a ser el concierto con el que llega mañana al Palau de la Música?

R Tocaremos la Sinfonía nº 4 en mi menor, op. 98, de Johannes Brahms, una de obras más clásicas, porque Brahms quería ser tradicional. La música habla por sí sola, sin temática ni historia, es esencia pura de la música. También interpretaremos el Concierto para violonchelo y orquesta nº 1 en mi bemol mayor, op. 107, de Dmitri Shostakóvich. Es una obra llena de expresiones humanas y, además, tendremos una selección de obras de El ruiseñor y la rosa, de Matilde Salvador. Hemos creado un buen menú musical.

P Debuta en el Palau de la Música, con la Orquesta de València y con Guillermo Pastrana. Además, es el primer concierto de abono de la temporada. ¿Está nervioso?

R Nunca he estado nervioso en general para dirigir. La dirección me hace sentir muy cómodo. Ya llevo dirigiendo 30 años. Lo que no se puede reemplazar en una primera vez es que hay un punto de referencia. Entonces la incógnita o la curiosidad es a lo que más vueltas le puedo dar, saber cómo va a sonar. El trabajo que hace un director con la orquesta es primero un trabajo humano, porque son personas las que están detrás de los instrumentos. Cada persona traduce el sonido que proviene de sí mismo. Cada orquesta suena de forma diferente. Cada par de oídos es único, si no tendríamos una música plastificada, que suena igual en todas partes. Esa es la belleza de la orquesta en vivo.

P ¿Cómo ve a la Orquesta de València?

R Muy bien. La incógnita es que tampoco he tenido un concierto con ella. Hasta que no acabe la secuencia de la semana de trabajo no sabré cuánto pude avanzar. En la noche después del concierto sabré el resultado. Pero la orquesta la veo muy bien. Cuando me dan la bienvenida para poder trabajar ya me siento agradecido. Si además es buena, como esta, mejor.

P ¿Cómo llegó al mundo de la dirección de orquesta?

R Por proceso de eliminación (ríe). En Lima trabajé en la tramoya del teatro municipal. Mi madre era la que contrataba el coro. Alguien supo que yo sabía leer música y me encargaron cuestiones técnicas. Si no tocaba instrumento y no cantaba no me quedó otra que ser director. Cuando descubrí que esa era una opción me di cuenta de que no tenía ninguna preparación. Así que tuve que buscar algo fuera del país para estudiar, ya que en Perú no había enseñanza oficial de dirección de orquesta.

P Es decir, que en sus inicios fue autodidacta.

R Sí, al comienzo sí. Cuando llegué a los estudios de música no conocía nada de la literatura musical, tuve que empezar de cero. Llevaba 10 años haciendo música de otra manera y eso me ayudó. El ritmo y el oído es el mismo. El aprendizaje tradicional se está perdiendo en la dirección de orquesta. Si uno mira a las grandes figuras, tal vez puedas contar con los dedos de una mano quiénes salieron ya desarrollados. Todos los demás tuvieron que romperse el lomo asistiendo a alguien.

P Usted ha ganado un Emmy y ha sido nominado en los Premios Grammy. No parece habitual encontrar a un director de orquesta en estos galardones.

R Muchas veces no usamos bien el concepto de música clásica. Yo dirijo música orquestal y puede haber de todo. Hemos ido adaptando el concepto de concierto en los últimos siglos.

Compartir el artículo

stats