Ayer, para entrevistarle, le pillamos haciéndose un tatuaje.
Me he hecho una Bultaco de los 80, que soy muy fanático.
¿Le hubiera gustado ser motorista antes que músico?
No me pude dedicar a eso porque era para familias pudientes, pero es una afición y una concepción estética que ha calado en mi música.
El nombre de su nuevo disco, 'Escuela de capataces', me suena a trabajadores especializados de los de antes, de los de la corbata bajo el guardapolvos.
El nombre viene de un edificio que veía cuando iba al pueblo de mi mujer, al sur de León. Me gusta pensar que somos artesanos. No me gusta esa concepción del rock como algo artístico... El rock era para bailar, salir el fin de semana.
Vuela cierto aire nostálgico en el disco. ¿Se siente así?
La frase que resume el disco es la de "sólo os envidio los trajes cómo os caben". A los 20 años no podía hacer cosas que ahora sí hago, con experiencia y pausa. La nostalgia, en todo caso, es por la gente que has perdido.
El sonido, entre la electrónica básica y la banda de rock compacta, también es de tener un pie en dos épocas diferentes.
Sí, muy años 84-86, es una obsesión que tenía para grabar. Me fascinan esas bandas que entraban en un estudio para grabarlo todo en un fin de semana.
He identificado tres tipos de artista de los 80. El Jaime Urrutia, que llenaba polideportivos y ahora no; el Loquillo, que los ha llenado siempre; y el 091 que antes no llenaba y ahora es Dios.
Yo debo estar en el cuarto. Podría estar viviendo de cantar 'Bonito es' pero prefiero hacer discos con los que me siento contento.
¿El Miqui Puig que fue jurado en Factor X le pesa hoy en día?
Somos un país que en ciertas cosas somos jóvenes y no entendemos que el 'show bussiness' es el 'show bussiness', y que con el dinero que gané me dediqué a hacer discos, producir bandas y sacar un microsello.
Ha hecho música, tele, radio... Le queda escribir un libro y ser el Bob Stanley español.
Todo el mundo me lo dice, pero me da pánico. Escribir es lo más bonito del mundo. Lo hago cada día, pero en los últimos años muchos músicos han escrito basura. Lo que más me gusta es la radio.
¿Más que pinchar música?
Sí, mucho más. Cada vez tengo menos ganas de pinchar, la noche me ha quemado demasiado.
En este mundo suyo tan artesano, ¿qué espacio ocupan las banderas?
Mi bandera es roja y negra de toda la vida.
