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El sabueso que cazaba verdades

La Fundación Rafael Chirbes inicia su actividad con la convocatoria del primer Congreso Internacional sobre el autor de «Crematorio» y «En la orilla» - El simposio se celebrará en mayo en València y Dénia bajo la dirección de Javier Lluch-Prats

El sabueso que cazaba verdades

Rafael Chirbes terminó su primer libro a principios del otoño de 1987. Lo tituló Mimoun, una palabra árabe que significa algo así como el creyente, el que tiene fe, pero que en la novela daba nombre a un pueblo marroquí. Un año después, en noviembre de 1988, la novela fue finalista del VI Premio Herralde de Novela, que ganó Vicente Molina Foix por La quincena soviética.

Chirbes (Tavernes de la Valldigna, 1947 - Beniarbeig, 2015) tenía 39 años cuando tuvo entre las manos su primer libro publicado. Algunos siguen pensando que es su mejor novela, algo que siempre desmintió. Según él, Mimoun fue el germen de lo que vino después, que fue mucho y bueno. Esa fe en la escritura que expresó en Mimoun dio mucho de sí.

Treinta años después, la Fundación que lleva su nombre y vigilada su legado en Beniarbeig ha convocado el «Congreso Internacional El Universo de Rafael Chirbes», un compromiso adquirido por los herederos del escritor tras poner en orden la casa donde el autor de Crematorio y En la Orilla pasó los últimos años. Esos dos libros, que tuvieron el reconocimiento de público y crítica, retratan las prácticas mafiosas de empresarios y políticos, que se corrompen por el poder y por el dinero. Consiguió el Premio Nacional de Narrativa por En la Orilla en 2013.

El congreso de celebrará en mayo de 2018 en València y Dénia bajo la dirección del profesor de Filología Española de la Universitat de València, Javier Lluch-Prats, experto en Max Aub y Vicente Blasco Ibáñez, con la intención de ahondar en el universo del autor, un escritor clave en la literatura española contemporánea.

La primer circular de este congreso recuerda que Rafael Chirbes definió la novela como un «sismógrafo» de su tiempo, y recalca que el escritor fue novelista y ensayista, periodista y viajero, atento observador del devenir histórico, y bajo el signo del realismo, un firme defensor y generador de una literatura responsable y activa.

«La voz de la verdad»

Jorge Herralde, su editor, ya lo describía en 2006 como «la voz de la verdad»: «Una voz que se pregunta y se interroga, que celebra y se indigna, que gusta de ir (o tiene que ir) a la raiz de las cosas, duela lo que duela, sabueso inevitable a la caza de la verdad».

Chirbes hizo de la memoria un territorio de inspección constante. Por esos sus obras exploran «nuestro pasado más reciente y el actual presente, mas también el ser humana ante la traición, la vida, la muerte o la moral, siempre con anhelo de saber y conocer», asegura la Fundación en la convocatoria del congreso.

La iniciativa de este simposio chirbesiano nace con el objetivo de evocar la aparición de Mimoun, y por supuesto, «sus consecuencias desde aquel 1988, a fin de abordar el taller literario de su autor, ya un clásico de nuestro tiempo, y de hacerlo en su territorio, donde nos dejó hace dos años».

Por eso, la primera circular se ha enviado desde su casa de Beniarbeig, hoy sede de la Fundación Rafael Chirbes, donde además de la completa biblioteca del autor, se puede contemplar la austeridad de sus últimos años, en compañía de sus dos perros y entregado a la lectura y la escritura, muy lejos de ese ruido mediático del que huía.

Las líneas temáticas del congreso abordan todo el universo del autor de París-Austerlitz (su novela póstuma), y los interesados tienen hasta el próximo 15 de diciembre para enviar sus propuestas. Después la Fundación ampliará los detalles de la organización del Congreso Internacional sobre Rafael Chirbes.

«Mimoun»

En la opera prima de Chirbes, un profesor de español llega a Marruecos con el vago propósito de concluir una novela. Se instala en Mimoun, un pueblo del Atlas, y allí se cierne sobre él un extraño tejido de relaciones en el que los personajes se mueven, tropiezan y desaparecen como bolas de un billar americano.

Rafael Chirbes tardó cuatro años en publicar la segunda novela, En la lucha final (1991). Después vendrían La buena letra (1992) y Los disparos del cazador (1994). El éxito le llegó con La larga marcha (1996), y continuó con Mediterráneos (1997), La caída de Madrid (2000), Los viejos amigos (2003), El viejo sedentario (2005, Crematorio (2007) y En la orilla (2013).

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