Todo empezó con unos piscos. La euforia llevó a un desafío: «¿por qué no lo hacemos en València». Quique Dacosta explica así como surgió la idea de traerse la cocina del peruano Omar Malpartida a las barras de Vuelve Carolina y Mercatbar. Dicho y hecho. Tanto que ha adaptado sus dos locales para el disfrute de un mestizaje gastronómico emergente. Viente propuestas con ADN peruano (once en Vuelve y nueve en Mercatbar) que añaden sabor latino y color picante a la solvente oferta de Dacosta.
La carta de cada barra, pintada con destacados motivos peruanos, es distinta y diferenciada del comedor, por eso Dacosta ha activado un sistema para reservar cada una de las 15 sillas, desde donde se contempla como se elabora cada plato. Ceviches, tiraditos, patacones, anticuchos y pulpos con salsas e ingredientes andinos, recetas peruanas donde habrá productos de mar autóctonos y de la huerta de València. El mestizaje auténtico de una propuesta de largo recorrido.
El pisco, ese bendito culpable que abrió el proyecto, actua de cóctel de bienvenida. El destilado típico peruano es un aguardiente al que no se le añade agua ni es envejecido en roble, lo que le brinda un sello singular. El de wasabi y el de maracuyá abren todos los sentidos y predisponen al disfrute. Los precios de los platos van de cinco a dieciocho euros.
Cocina del mundo
Dacosta siempre juega con ventaja. El chef Omar Malpartida recaló en su restaurante de Dénia. Fue su primer destino tras dejar Lima, así que es una discípulo aventajado del «tresestrellado» valenciano. Luego voló sólo para poner en marcha en Madrid el concepto de barra peruana en los restaurantes Tiradito y Barra M, dos referencias de la nueva cocina latina.
València, además, se beneficia de canal de productos peruanos que tiene Malpartida en España. Ingredientes auténticos que solo están en su oferta.
Un éxito que Malpartida espera repetir en València. Ha buscado el mejor socio. Dacosta se declara un enamorado de la gastronomía peruana y aunque desconoce la acogida que tendrá, sostiene que «en felicidad y en esfuerzo el éxito está garantizado».
