El Ministerio de Educación, Cultura y Deporte ha distinguido al torero valenciano Enrique Ponce con el Premio Nacional de Tauromaquia 2017, dotado con 30.000 euros y que está destinado a reconocer la labor meritoria de una persona, entidad o institución durante la temporada española de 2017 en el ejercicio de las diferentes actividades y manifestaciones de la Tauromaquia.
El jurado -presidido por Luis Lafuente, director general de Bellas Artes y Patrimonio Cultural - ha acordado por unanimidad conceder este galardón al diestro de Chiva por su «brillante temporada, en la que ha alcanzado éxitos incontestables en las principales ferias taurinas, continuando así una trayectoria excepcional de más de 27 años como gran figura del toreo» y por «la personalidad de un diestro capaz de desarrollar su magisterio, tanto dentro como fuera de los ruedos, contribuyendo a la proyección de la Tauromaquia como patrimonio cultural español».
Otros miembros del jurado son: Elisa de Cabo, subdirectora general de Protección del Patrimonio Histórico; María Teresa Belmonte, profesora de la Universidad de Almería; Tomás Ramón Fernández, catedrático de Derecho Administrativo de la Universidad Complutense de Madrid; Victorino Martín García, ganadero; David Prados, secretario general de la Unión Nacional de Picadores y Banderilleros Españoles; Pedro Rivera, consejero de Presidencia y Fomento de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia; Covadonga Saiz Bernuy, directora de la revista Clarín Taurino; Cristina Sánchez de Pablos, torera; Adolfo Suárez Illana, abogado; Lea Vicens, rejoneadora y Juan Diego Vicente, presidente de la Unión de Toreros.
El diestro de Chiva ha cumplido una de sus mejores temporadas como matador de toros, con triunfos tan importantes como el obtenido en la plaza de toros de Las Ventas, gracias a dos obras que resumen toda una vida dedicada a engrandecer la tauromaquia y que le valieron su cuarta salida a hombros de la cátedra del toreo.
También brilló Ponce en el estreno mundial de «Crisol» en Málaga, un espectáculo ideado por el valenciano en el que fusiona toreo con música culta, bandas sonoras cinematográficas y canciones eternas, y que contó con la inestimable colaboración de artistas como Estrella Morente y Alba Chantar. El balance artístico de la tarde fue espectacular: cuatro orejas y el indulto de un toro de Juan Pedro Domecq, el 47 de su carrera.
Casi 50 indultos desde 1990
Tras indultar a un toro de Daniel Ruíz en Ciudad Real -que eleva la cifra a 48 desde que se doctoró en Valencia el 16 de marzo de 1990- y cortar cuatro orejas en Almería, se puso en marcha la máquina de la regularidad. El chivano desplegó toda su capacidad artística en otro de sus tradicionales feudos: la plaza de toros de Bilbao. Compuso una de las obras más redondas de la temporada ante un ejemplar de la ganadería de Victoriano del Río de condición áspera e incierta, al que fue desengañando poco a poco hasta conseguir que embistiera con una suavidad que maravilló a todos los presentes y que le valieron la concesión de las dos orejas por parte del palco presidencial y su sexta salida a hombros de la plaza de Vista Alegre.
Ponce corta tres orejas en Linares y dos en Palencia; otras dos en Mérida, cuatro en Valladolid en el mano a mano con el diestro local Manolo Sánchez; dos orejas y rabo a un toro de Algarra en Murcia, otras dos a un ejemplar sin transmisión en Salamanca y otras tres en otro mano a mano con Sebastián Castella en Nimes (Francia).
La última tarde española en los ruedos en esta campaña en la que ha sido galardonado con el Premio Nacional de Tauromaquia cortó una oreja tras firmar una faena de mucho mérito a un complicado toro de Juan Pedro Domecq, que le valió el respeto de la afición maña como broche final a un año que tardará en olvidar el de Chiva.
