Más allá de una obra puramente musical, Paul McCartney. La biografía sobresale en las librerías como manual clave para entender el siglo XX, el del estallido de la cultura popular, a través de 800 páginas de flaquezas y triunfos que humanizan a uno de sus más grandes genios. «He logrado revelar a un Paul McCartney muy diferente de la imagen que el mundo tiene de él: un adicto al trabajo y perfeccionista que, a pesar de su amplia fama, ha sido subestimado por la historia y que, pese a su genio indudable, es, a su manera, tan inseguro y vulnerable como su aparente antítesis total, John Lennon», apunta su autor, Philip Norman.

Así consta en el epílogo de este libro editado en español por Malpaso y escrito por la misma persona que en 1981 convirtió en un «best seller» su retrospectiva de los Beatles, ¡Gritad!, al que muchos achacaron «una excesiva glorificación» del compositor de «Imagine» en detrimento de «Macca».

Norman ha contado con un acceso privilegiado, en algunos casos por primera vez, a miembros de la familia y al círculo de amistades del biografiado. Entre ellos, su madrastra Angie, fundamental al trazar la relevancia del padre de McCartney en su vida y empezar a dibujar desde el principio una dimensión sobre todo humana que le hace derrochar páginas en aspectos domésticos tan inocuos para el arte como su gusto por la leche condensada. Aquí radica el principal punto débil del libro para voces críticas que ven un excesivo peso de lo personal sobre lo creativo y echan de menos el relato sobre la génesis de sus composiciones más relevantes.