El presidente de la Generalitat Ximo Puig se ha comprometido a mediar en el conflicto del Teatro Escalante, cerrado desde que los técnicos de la Diputación de València advirtiesen en 2016 que su «vida útil» se había agotado por problemas en la estructura. Así lo ha asegurado la diputada y responsable del área de Cultura de Podemos Rosana Pastor, que pidió entrevistarse con Puig personalmente con el fin de transmitirle la «preocupación del sector respecto a la supervivencia del proyecto del Escalante», ha asegurado la diputada a este periódico.

«El Teatro Escalante ha ayudado a generar público durante más de 30 años de historia. Forma parte del patrimonio valenciano y no podemos renunciar a él. Hay que encontrar la solución menos lesiva para todos», explica Pastor, que además asegura que el presidente se ha comprometido a fijar una reunión con los agentes implicados, es decir, la Diputación de València, el ayuntamiento y el Consell. Pastor, sin embargo, no ha querido aclarar si el Patronato Juventud de la Obrera-propietaria del teatro- acudiría a esta reunión, después de anunciar a través de estas páginas que demandaría a la corporación provincial por «dejar caer el Escalante» durante casi cuatro décadas de gestión.

La Diputación decidió no renovar el contrato de alquiler que mantenía desde hace casi 40 años con la entidad propietaria del edificio, por considerarlo «abusivo» al obligarle a asumir la rehabilitación de la sala (valorada en unos 6 millones de euros) pese a no ser de su propiedad.

Actualmente, las instituciones barajan renegociar el contrato con el patronato para que incluya concesiones a cambio de costear la rehabilitación del teatro. El coste - 6 millones de euros- sería considerable, por lo que la diputación ha mirado hacia la Generalitat y el Ayuntamiento de València para compartir los costes, ya que consideran que la ruina del Escalante «fue algo heredado del PP».

Respuestas de cambio

«La Cultura tiene que estar de una vez en el centro del debate. Durante años, los que trabajamos para el sector, nos hemos sentido en una travesía por el desierto. Ahora, por fin, con los gobiernos del cambio, nos vemos con la posibilidad de ser escuchados, y eso se tiene que notar», ha reclamado la diputada Rosana Pastor, quien ha insistido en desbloquear el diálogo respecto al Escalante, que lleva adelante su programación en espacios fragmentados, como Sala Russafa, donde se representará próximamente Pi, la obra de la compañía valenciana OtraDanza.