València, su tierra, merece tener su propio Museo Sorolla, más allá de las habituales exposiciones temporales. O, al menos, una amplia colección permanente del maestro del luminismo que permita admirar la obra de uno de los artistas valencianos más internacionales, si no el mayor. Este proyecto está cada vez más cerca, sobre todo después de que tanto el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, como el alcalde de València, Joan Ribó, hayan acordado dar luz verde a la puesta en marcha para la creación de un espacio que albergue una colección permanente del pintor, según ha podido saber Levante-EMV.

El proyecto estaría ya avanzado y tanto el jefe del Consell como el alcalde de la ciudad respaldan que el lugar donde debería mostrarse la obra del artista valenciano es el Puerto de València, en concreto, en el Edificio del Reloj, como ya avanzó este periódico.

Tanto es así que el organismo encargado de coordinar los pasos necesarios para la puesta en marcha de la futura pinacoteca de Sorolla será el Consorcio Valencia 2007, órgano que gestiona la Marina Real, bajo la dirección de Vicent Llorens. En la reunión del Consorcio del pasado mes de noviembre se debatió ya la posibilidad de ubicar un museo Sorolla en el citado edificio. Entonces, el presidente de la Autoridad Portuaria de València, Aurelio Martínez, abrió la puerta a ceder, aunque fuera parcialmente, el edificio para albergar una colección del maestro valenciano.

Entre las gestiones que el órgano deberá poner sobre la mesa para este futuro museo se encuentra la de buscar un comisario, paso que ya se está dando. Desde el Consorcio buscan ya un perfil que explore el mercado artístico para poner en marcha el proyecto.

Fondos de base institucional

La base de esta colección sería, en sus inicios, institucional. De este modo, podría contar con los fondos pictóricos que tiene la Generalitat, tanto en el Museo de Bellas Artes (42 lienzos y 11 dibujos), como en el IVAM (dos obras). Se unirían también las obras del Ayuntamiento de València (3) y la Diputación de Valencia (cerca de una veintena). Tampoco hay que olvidar que la Fundación Bancaja cuenta con 15 obras del artista y está también en el proyecto.

Entre las labores del comisario del futuro Museo Sorolla de València estaría además la de localizar obras del pintor en manos privadas que pudieran complementar los fondos aportados por las instituciones. Como ya avanzó este diario, el catedrático Francisco Javier Pérez Rojas, experto en Sorolla, considera que el número de piezas del artista en València podría haber aumentado en los últimos años y podría haber actualmente unas 150 obras del pintor en su tierra natal.

Estos primeros fondos y, por tanto, el museo podrían encontrar el respaldo de la Casa Museo Sorolla de Madrid. Como ya dijo en una entrevista a este periódico Blanca Pons Sorolla, bisnieta del artista y miembro del patronato de la fundación que lleva el nombre de su bisabuelo, la institución madrileña puede prestar obra -pese a sus restricciones- de manera puntual «cuando hay unos espacios creados», señaló. A estas aportaciones el comisario deberá añadir a su vez negociaciones con coleccionistas particulares, como la familia Lladró, que cuenta con obra del pintor valenciano.

La elección de la ubicación del museo no es tampoco caprichosa. Su situación en la zona marítima respondería a una intención de dinamizar el entorno y convertir el museo en un atractivo poderoso de La Marina. Tampoco hay que olvidar la importancia de la playa en la obra de Joaquín Sorolla, paisaje que tantas pinturas le inspiró.

Esta ubicación sería idónea para un futuro museo como ya señalaron en su momento instituciones como el Museo de Bellas Artes de València, que es precisamente el que más obra del pintor reúne en la actualidad. En declaraciones a este periódico el pasado mes de noviembre, el director de la pinacoteca de la calle San Pío V, José Ignacio Casar Pinazo, aseguró que «una posible institución Sorolla cerca del mar no me parecería mal».

Sin embargo, otras voces autorizadas en el estudio de Sorolla optan por otras ubicaciones. Así, Tomás Llorens, uno de los máximos especialistas en el pintor, señaló en su momento que lo ideal sería ampliar la sala que Sorolla cuenta en el Bellas Artes. Cabe recordar que el plan museográfico de la pinacoteca contempla eliminar la sala como tal y distribuir la obra de Sorolla en el discurso expositivo general.

Por su parte, Felipe Garín, exdirector del Consorci de Museus de la Generalitat Valenciana y comisario de la exposición «Visión de España» a partir de la colección de la Hispanic Society of America de Nueva York (de la que él es consejero), que llenó durante meses la Fundación Bancaja, apuntó que es allí, en la sede de la plaza de Tetuán, el lugar donde se debe crear la institución en torno a Sorolla.

Tanto Garín como Llorens apuntaron en su momento que los cuadros que a día de hoy se conservan de Sorolla en València podrían no ser suficientes para poner en pie un museo. Estas «lagunas» en la obra del pintor sí podrían ser solucionadas con los prestamos de instituciones como la casa museo madrileña.