Se sabía que las grandes cabezas de Manolo Valdés eran el inicio de un nuevo espacio para esculturas de grandes dimensiones. El éxito del artista valenciano en el lago de la Ciutat de les Arts i les Cinències fue rotundo. El listón estaba muy alto, pero que Tony Cragg sea el relevo de Valdés mantiene el nivel artístico de València a la altura de las mejores plazas internacionales.

La Fundación Hortensia Herrero traerá seis esculturas (dos de ellas realizadas expresamente para esta exposición) de Tony Cragg (Liverpool, 1949). Se ubicarán en distintos enclaves del complejo de Santiago Calatrava, y cuatro sobre el agua en diversos estanques del recinto, algo inédito ya que el británico nunca ha mostrado sus obras sobre una lámina de agua.

Las esculturas que se podrán contemplar en València están realizadas en diversos materiales como son el bronce, el acero y la fibra de vidrio. En cuanto a sus dimensiones, algunas sobrepasarán los seis metros de altura y los 4.000 kilogramos de peso, como «Mixed Feelings».

Cragg está considerado el referente del resurgir de la escultura británica de los ochenta y uno de los más icónicos, además de un renovador del arte contemporáneo. El británico siempre ha reconocido que ha sido la aceptación e incorporación de nuevos materiales lo que genera la formulación de una nueva teoría, concepción y práctica de la escultura.

Prestigio mundial

«El pasado mes de septiembre anuncié que la exposición de Manolo Valdés no iba a ser la última que íbamos a traer a València. Aún no teníamos claro el artista, pero sí sabíamos que después de lo alto que había dejado el listón Manolo, teníamos que traer a alguien de nombre internacional. Por eso es un honor poder traer a un artista como Tony Cragg a València y que los valencianos puedan contemplar su obra. Si con Manolo Valdés traíamos de vuelta a casa al artista valenciano más internacional, en esta ocasión lo que hacemos es acercar a los vecinos de la ciudad y a todos los visitantes de este enclave que es la Ciutat de les Arts i les Ciències a uno de los artistas más reconocidos a nivel mundial», explica Hortensia Herrero, que posee dos esculturas de Tony Cragg en su colección.

Tony Cragg, que al mismo tiempo que en València tendrá una gran exposición en las calles de Nueva York, ha recibido multitud de galardones internacionales. En 1988, representó a Gran Bretaña en la Bienal de Venecia y su obra se ha expuesto en el Reina Sofía, la Tate Gallery, el Louvre, el Georges Pompidou y el Hermitage de San Petersburgo.

Gragg vive y trabaja desde 1977 en la ciudad alemana de Wuppertal, donde ha puesto en marcha una fundación que lleva su nombre y que gestiona un parque de esculturas abierto al público en el que organiza exposiciones temporales de su trabajo y del de otros artistas.

Mecenazgo cultural

La Fundación Hortensia Herrero ha desarrollado en los últimos años una labor de mecenazgo para proteger y promover el patrimonio histórico artístico valenciano, siendo las rehabilitaciones de la iglesia de San Nicolás y del Colegio del Arte Mayor de la Seda sus dos actuaciones más destacadas.