La hija pródiga Inka Romaní regresa a Dansa València

La valenciana Inka Romaní acerca al público el Fandango d’Aiora, uno de los bailes más populares de la Comunitat Valenciana desde una perspectiva más urbana y de ‘freestyle’ 

La valenciana Inka Romaní.

La valenciana Inka Romaní. / Levante-EMV

Saray Fajardo

Saray Fajardo

La valenciana Inka Romaní es de esas artistas que aprendió a bailar casi al mismo tiempo que a caminar. Desde que tenía tres años recuerda que imitaba los bailes que sus cantantes favoritos interpretaban en los distintos videoclips musicales. «Yo sabía que quería dedicarme a la danza, pero no había clases de ‘hip-hop’ o ‘freestyle’», afirma. Sin embargo, una de sus profesoras adentró a Inka en la danza contemporánea. Desde ese momento, el baile le ha acompañado en cada una de las etapas de su vida. 

Aunque la artista se graduó en Periodismo y Comunicación, siempre tuvo claro que el baile era su pasión. Por eso, también se graduó en danza contemporánea en el Conservatorio Superior de València y, posteriormente, fue becada en el Centro Nacional de Desarrollo Coreográfico de Toulouse - Midi Pyrénées, donde reconoce que aprendió distintas facetas de la danza. 

Desde ese momento, la valenciana se ha adentrado en distintos proyectos en algunas salas de Europa, como el Sadler’s Wells Theatre (Londres) o el Centre de Developpement Choregraphique de Toulouse (Toulouse). Además, ha colaborado con artistas y compañías como los coreógrafos Marquez&Zangs (Reino Unido), Metaspeech (Reino Unido), Germana Civera (Francia), Core Dance Performance Company (Estados Unidos), entre otras. 

«Momento de efervescencia»

Sin embargo, y a pesar de su larga trayectoria, hace cinco años la artista decidió regresar a València para crear sus propios proyectos centrados en el cuerpo y su movimiento. «Era un momento de efervescencia en la ciudad, donde había muchos proyectos», recuerda Romaní, quien reivindica que València es una ciudad con «una calidad de vida muy buena». A pesar de ello, lamenta la falta de oportunidades culturales. «La política cultural aquí es muy diferente a la de otros países, donde se recibe más apoyo», explica. 

A pesar de la falta de apoyos, Romaní reconoce que el mayor apoyo que existe es el de los compañeros. «Me he sentido apoyada y conectada con la escena urbana de la ciudad», afirma. 

«Fandango Reloaded»

Ahora regresa, tras recorrer medio mundo, a la 37 º edición de Dansa València con su nuevo proyecto «Fandango Reloaded». La artista, que ya actuó ayer en Espacio Inestable, volverá a mostrar hoy su talento a todos los presentes para reivindicar uno de los bailes más importantes de la Comunitat Valenciana, el fandango de Aiora. «Este proyecto propone un proceso de recuperación y reescritura en el que imaginamos cómo es esta danza hoy y qué posibilidades hay de devolverla a la calle», reconoce. Romaní, natural de esta localidad, desconocía este baile. «Siempre había vivido allí, pero no lo conocía. Cuando me preguntaban por él, decía que sí que sabía qué era, pero me di cuenta que no era así», indica. Sin embargo, empezó a conocer un poco más sobre esta danza gracias a su prima. «Ella hizo su Trabajo de Fin de Grado sobre el folklore de la comarca de la Vall d’Aiora y en él habló de esta danza pagana, de cortejo, que se bailaba en las celebraciones», afirma. Así, los seis bailarines de danza contemporánea y ‘freestyle’ exploran cómo sería esta danza en la actualidad. 

La artista regresa a su tierra para demostrar que el talento emergente está más vivo que nunca. Es momento de disfrutar, pero, sobre todo, de reivindicar la importancia de la escena artística valenciana. 

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