J. M. Bort, Valencia

El empresario valenciano Ramón Aznar está dispuesto a comprar el Levante UD siempre y cuando el actual propietario del club junto a Julio Romero, Pedro Villarroel, le transmita una firme voluntad para negociar. Ex consejero del Valencia durante una larga etapa -la última con Juan Soler en la dirección de la entidad de Mestalla- y vicepresidente de su Fundación, Aznar se desvinculó del Valencia la pasada temporada y lleva un tiempo estrechando vínculos con el Levante UD, equipo al que sigue este curso de forma regular.

Aznar tiene un gran lazo de unión con el club de Orriols por medio de Vicente Andreu, uno de los tres interventores judiciales que gestionan la entidad desde que se declarara en concurso de acreedores el pasado mes de julio. Ambos son íntimos amigos y Andreu conoce con todo detalle la situación de la deuda del Levante UD.

La jugada planteada por Ramón Aznar es la misma que se ha programado todo aquel que ha tenido la idea de comprar el club granota: tener la garantía del Ayuntamiento de Valencia de que en un tiempo cercano se recalificará el suelo que ocupa el estadio Ciutat de València, pese a que la grave crisis actual no asegura a día de hoy la venta del solar, tal como le ocurre al Valencia con el terreno de Mestalla. Sin embargo, ahí está la clave. Aznar, que vivió de cerca el traspaso de poderes de Paco Roig a Juan Soler en el Valencia, es consciente de que el consistorio tiene la llave. Aznar, de hecho, estudia mantener una entrevista con la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá.

En los últimos días se ha anunciado una oferta de un grupo inversor valenciano para adquirir más del ochenta por ciento de las acciones del Levante UD, en propiedad del presidente del club, Julio Romero, y del ex dirigente Pedro Villarroel. Una propuesta en la que participaría Ramón Aznar, quien no descarta su entrada en el club siempre que Villarroel se ofrezca a negociar la operación de compra-venta. Consciente de las dificultades que encontró la pareja formada por Gabriel Martínez y Antonio Blasco para acercar posturas durante muchos meses en su objetivo de adquirir el Levante UD, Aznar no quiere perder el tiempo. Si el ex dirigente no muestra un claro interés por vender, el empresario no seguirá adelante.

La entrada de Ramón Aznar en la órbita de Orriols no aleja, sin embargo, otras opciones. En el club nunca se ha descartado la opción de Martínez y Blasco, pese a que ambos terminaron hartos de los continuos cambios de discurso de Villarroel, quien finalmente no perdió su poder sobre el club. La aparición del intermediario financiero Tomás Carmona a finales de la pasada temporada sólo hizo que confirmar lo que se barruntaba en el entorno del club: que Villarroel no quería vender bajo ningún concepto.