Éver Banega quiere deshacerse de la fama de díscolo y golfo que le acompaña desde que, en enero de 2008, aterrizó en Valencia. El jugador, en su segunda etapa como valencianista, proclama a los cuatro vientos que ha cambiado. Y se enorgullece por ello. "He madurado", confiesa. El argentino dice que se ha dado cuenta que su vida "no iba por buen camino" y ha decidido "empezar de cero". "He regresado con la cabeza asentada", sostiene. Aparentemente más sensato y prudente, el centrocampista de 21 años incide en que "no quiero cometer lo errores de cuando llegué" y por ello, insiste, está "muy centrado". "Ahora sé cuándo se pueden hacer las cosas y cuándo no", se justifica.

El argentino, por el que el Valencia pagó al River Plate 18 millones, fue en su primera temporada en el Valencia más protagonista por sus andanzas nocturnas que por su rendimiento deportivo y, ahora, no quiere que estos episodios se repitan. Después de dos años, asegura que está "muy cómodo en lo personal" y esto le ayuda a "rendir más". "Tengo a mi novia aquí y es una buena ayuda para no estar solo", manifesta. ¿Le ha puesto el Valencia una cláusula antifiesta? Banega responde: "No, pero si la quieren poner que la pongan, porque yo estoy tranquilo en mi vida y sólo pienso en jugar. En nada más. Ahora tengo la cabeza más asentada", repite.

Baraja es su referente

La ausencia del lesionado Rubén Baraja permitió al argentino ser titular ante el Sevilla. Y Banega no dejó pasar la oportunidad. Fue, además de autor de los dos pases de gol, uno de los mejores futbolistas. "Jugar en el puesto de Pipo no me mete presión. Yo siempre dije que no hay comparación con Baraja. Mi objetivo es seguir trabajando, hacerlo bien y aprovechar las oportunidades que me den. Sólo ha empezado el campeonato y es pronto para valorar. Sé que tengo que trabajar con humildad y no relajarme nunca", argumenta el jugador para el que, tanto Baraja como Albelda, son "dos referentes por todo lo que han conseguido aquí".

El argentino recordó que durante el tiempo que lleva en España -un año en el Valencia y otro cedido en el Atlético de Madrid- cada entrenador le ha enseñado "algunas cositas". "Ahora me exijo más en defensa y noto el cambio, aunque cuando vuelvan Baraja y Fernandes será más competido, pero seguiré peleando el puesto", adelantó.

Banega desveló que fue él quién, hace unos días, decidió no aceptar la oferta del Stuttgart, ya que Emery sí le abrió las puertas para que se marchara. "Hablé con Unai Emery y me comunicó la oferta, él no paró la salida y me dijo que era un buena oferta para el club, pero me dejó decidir a mí", reveló. "No me quise ir porque creo que tengo un lugar en la plantilla", afirma.