Hace una semana, Manuel Llorente justificó la destitución de Fernando Gómez como director deportivo por una "cuestión económica". Se trataba, dijo, de amortizar la plaza. Ayer, el ya ex dirigente trató de justificar su gestión deportiva e insistió en que la destitución fue por "motivos personales" y no por un tema monetario ni laboral. Y, unas horas después de las explicaciones de Gómez Colomer, el club salió al paso y fue el vicepresidente Javier Gómez quien cargó contra el ex jugador al que acusó de no estar implicado, no cumplir con las obligaciones de su cargo y de haber "mentido en su interés" horas antes. Entre una y otra comparecencia, el club oficializó la compra de Roberto Soldado al Getafe e hizo que el delantero acudiera a la sede del club a posar para la prensa.

Por partes. Tras guardar una semana silencio, Gómez Colomer expuso ayer su punto de vista sobre su despido. ¿Y por qué? Según Javier Gómez, responsable del área económica, Fernando habló tras "acabar de firmar el finiquito". En algo más de media hora, el ex responsable del área técnica desgranó su gestión y remarcó, una y otra vez, que su salida fue por desavenencias con Manuel Llorente. "El motivo de mi salida se debe a motivos personales, no por cómo trabaja Fernando, porque en el minuto cero de la llegada del presidente, sin terciar palabra, fui destituido como vicepresidente y a lo largo de todo aquel verano se hizo caso a todo lo que decía Emery y omiso a lo de Fernando", lanzó. Y fue más allá. A Llorente, dijo, "no le apetece tener gente alrededor con personalidad, carácter y que le diga que no. Soy una persona incómoda, que no callo las cosas e intento defender lo que creo que tiene que ser".

Fernando, que continuará como consejero porque quiere que "sea la próxima junta, seguramente con los votos de la Fundación, la que me saque de consejero", desveló que Llorente, días antes de su marcha, le propuso rebajarse el sueldo un 50 por ciento y él estaba dispuesto a aceptarlo. "Por la cantidad que me han pagado por la indemnización hubiera seguido", confesó. Sobre su gestión, Fernando informó que el coste de la plantilla en la temporada 2008-09 la rebajó 10 millones de euros y que el saldo favorable en estos 2 años de gestión ha sido de más de 15 millones de euros, entre ventas, compras, coste de jugadores fichados, cesiones y rescisiones a coste cero. Fernando concluyó su intervención con una frase lacónica: "A partir de ahora Fernando muere para el Valencia...de momento".

Y claro, como las explicaciones no gustaron en el Valencia, a las seis de la tarde los "pesos pesados" del club comparecieron en Mestalla. Javier Gómez fue el encargado de cargar contra Fernando mientras en primera fila escuchaban las explicaciones Manuel Llorente, Unai Emery, Braulio Vázquez, Társilo Piles, Vicente Gil y García Moreno.

Javier Gómez desveló que, si el club había dicho que la destitución era para amortizar la plaza, fue porque intentaba maquillar la salida porque la realidad es que Fernando, según Gómez, no cumplía con sus funciones. "En su día explicamos que el cargo de director deportivo se amortizaba por motivos económicos. Se hizo así para no crear polémica, ni desprestigiar a Fernando, pero ha dejado el cargo también por motivos profesionales objetivos, como la falta de implicación en su trabajo y por no cumplir las funciones propias de su responsabilidad y remuneración", dijo. Así, desveló que "Fernando nunca vio en directo a jugadores como Renan, Carleto, Mathieu, Domínguez o Costa". "Le advertí de lo que podía pasar", anunció Gómez.

A juicio del vicepresidente, Fernando en sus explicaciones, faltó "al respeto a los profesionales del club y mintió descaradamente". También desveló que, aunque Fernando dijo que apoyaba la continuidad de Emery, en enero presentó un informe desfavorable al técnico en el que pidió que, independiente del resultado deportivo, no continuara.

Según Javier Gómez, su intervención se debía a que "los profesionales del club no podían permanecer impasibles ante los ataques y mentiras dichos de manera injustificada por Fernando".