Si acertar la alineación del Valencia tiene premio en la "web" de su entrenador, dar con el primer once de Unai Emery tras la goleada del Real Madrid se asemeja más a una premoción. Pero entre las sesiones preparatorias de la semana y la revisión de las últimas visitas del Valencia al campo del Osasuna se puede vislumbrar que Emery prepara una voladura controlada del once que protagonizó la debacle frente al Real Madrid. Será controlada porque no todos los cambios tendrán que ver con el sonrojante 3-6 del sábado.

"Emery no es un entrenador que actúe habitualmente en base a castigos y premios", avisaba ayer un miembro de la dirección técnica. La afirmación es verosímil, aunque el "habitualmente" permite la duda. De la sesión preparatoria de ayer, a puerta cerrada, se desprende que el entrenador del Valencia podría realizar hasta seis cambios.

En este supuesto, mantendrá a Guaita en la portería, pero dejará fuera a Ricardo Costa para situar a Dealbert en el eje de la zaga con Stankevicius, y prescindirá de Mathieu para dar entrada a Jordi Alba en la izquierda. Incluso Bruno podría aparecer por Miguel tras superar la lesión, con lo que sólo repetiría uno de los cuatro defensas que se midieron al Madrid de inicio.

En el mediocampo, Emery se está planteando acentuar el doble pivote defensivo. Albelda, recuperado de su lesión, entraría por Maduro para hacer pareja con Topal, mientras que el brasileño Jonas, que dio un gol y marcó otro contra el Madrid, sería el enganche con Soldado en detrimento de Banega, relegado al banquillo. Lo mismo podría sucederle a Pablo Hernández, que en ese caso cedería su puesto en la banda derecha a Joaquín. Sería casi el equipo que terminó el partido anterior.

Pero si se observa el once que Unai Emery dispuso en el último partido del Valencia en el Reyno de Navarro se observará que la revolución que planea el de Hondarribia es más aparente que real y no tiene tanto que ver con el resultado del partido contra el Madrid como con un planteamiento táctico previo. El Valencia ganó en Pamplona por 1-3, formando como pivotes defensivos Albelda y Marchena, que marcaron un gol cada uno, y con Dealbert en el eje de la zaga para detener las embestidas del gigantón Aranda. Emery confía mucho en el central castellonense cuando se trata de afrontar partidos contra rivales con un delantero de las características del Aranda.

La posibilidad de que David Navarro entre para controlar a la otra torre navarra, Pandiani, tampoco es descartable teniendo en cuenta que el del Port de Sagunt fue la pareja del castellonense en la última visita del Valencia a Pamplona. En aquel encuentro, Joaquín también formó de inicio. El planteamiento de Emery en esta clase de partidos físicos parece que se centra en tener un control tanto de los balones aéreos como de los rechaces, con jugadores defensivos en el centro, y preparar salidas rápidas por las bandas para aprovechar la velocidad de Joaquín o Jordi Alba. La temporada anterior, al menos, sirvió.