El 21 de marzo de 1919 el Valencia Football Club perdió en Castellón el primer partido de su historia frente al Gimnástico por uno a cero. El choque estuvo lleno de novedosa rivalidad y el resultado alegró a la parroquia gimnastiquista. Quedó inscrito para siempre como el primer derbi histórico del Valencia. Y el último fue el jugado la pasada temporada en Mestalla donde el Levante empató a cero y aseguró su permanencia en Primera.

Entre ambos derbis han pasado 92 años en los que se han celebrado numerosos en Liga y Copa, aunque menos de los que habríamos querido por las frecuentes diferencias de categoría. En Copa el Levante pudo con el Valencia dos veces. Cuando lo eliminó en octavos de final la temporada 1934-35, cuatro a uno en el Camp de la Creu y empate a uno en Mestalla, y cuando le ganó en la final de Copa de la España libre en 1937. En los jugados después de la fusión de 1939 reinó la deportividad y las buenas maneras sin registrarse apenas incidentes reseñables. Sólo tenemos anotadas en nuestra agenda de derbis dos injusticias muy destacadas en partidos ligueros. Sucedieron en el siglo XXI y empezaremos con la más escandalosa, la de la temporada 2004-05. El día 8 de enero de 2005 el árbitro Fernando Teixeira Vitienes dio por válido un gol de Mista en la portería granota, defendida por Mora, que nadie pudo demostrar que el colegiado o sus auxiliares hubieran visto la jugada con claridad. El partido acabó dos a uno a favor del Valencia y el citado gol fantasma decidió el resultado. Seis años después, el 9 de enero de 2011, el colegiado Clos Gómez concedió el gol de la victoria valencianista marcado por Mata en fuera de juego en el campo del Levante. Unos, los aficionados xotos, dijeron que no había fuera de juego y otros, los aficionados granotas, dijeron que sí lo había. Como decía Campoamor, "en este mundo traidor nada es verdad ni es mentira, todo es según el color del cristal con que se mira". Para nosotros fue claro el fuera de juego de Mata y el segundo derbi en la historia que el Valencia ganó sin merecerlo.

Repasando estos agravios arbitrales el Levante se encuentra a la espera de alguna compensación a los mismos. Porque sería hora de verlo salir de un derbi dejando a su rival quejándose de una derrota injusta. Nos gustaría que sucediera esta misma noche. Lo decimos sin hipocresías respecto al tema, incluso si ganara, como suele decirse, de penalti dudoso en el último minuto. Saldaría en parte las injusticias sufridas. Pero las dudas nos asaltan ante sus posibilidades en el partido de hoy. Dudas que provienen de la aparente fragilidad defensiva levantinista mostrada en sus salidas -¡vaya goles de cabeza evitables que encajó en San Mamés! - y del colegiado de turno. El buen trato arbitral hacia el Levante de principio de temporada parece haber pasado a la historia. Últimamente lo están banderilleando como en pasadas temporadas. Miguel Aparicio, el gran estudioso granota de asuntos arbitrales, nos lo viene advirtiendo: "Salva,parece que vuelven a ir a por el Levante, es un intruso...". Nosotros le respondemos: "amigo Miguel, creamos que se trata de un simple banderilleo".

De cualquier forma confiamos en una correcta actuación de Paradas Romero esta noche, acompañada de un buen resultado para el equipo levantinista. Rogando, eso sí, al colegiado que deseche cualquier tentación de emular a su compañero Mateo Lahoz en el caserísimo arbitraje que ofreció anteayer en Cornellá.