El vicepresidente del Villarreal, José Manuel Llaneza, habló tras una dolorosa derrota de los amarillos ante el Atlético que condena a los amarillos a la Liga Adelante, ante lo que el directivo solo pudo afirmar que no se lo podía "creer".
"No me lo puedo creer. No puedo creer que pueda haber tanta desgracia en tan sólo cinco minutos. Pero bueno, así ha sido", declaró Llaneza ante los micrófonos de 'LaSexta'.
Mientras el vicepresidente hablaba, todo El Madrigal ovacionaba a un emocionado Fernando Roig, presidente del Villarreal, que lloraba en el césped. "Ahí está el presidente ovacionado por todos, no me lo puedo creer. Ahora lo que queda es trabajar y ya está. No queda mas remedio", concluyó LLaneza.
Además, Llaneza ha tenido un incidente con el excentral del conjunto amarillo Godín. El uruguayo le recordó a Llaneza que "tengo memoria" y acto seguido el dirigente castellonense le gritó "tienes memoria de golfo, sinvergüenza, que eres un sinvergüenza" mientras era sujetado por miembros del club. Al parecer, Godín se mofó de algunos jugadores amarillos por el descenso y Llaneza le recordó que fue él echó al defensa del Villarreal por salir de fiesta antes de un partido.
GRITOS DE JUGADORES MERCENARIOS
El descenso del Villarreal provocó que algo más de un centenar de aficionados increparan a los futbolistas en los aledaños del campo de El Madrigal, así como en la zona de salida de los automóviles de los jugadores.
A la conclusión del encuentro, algo más de un centenar de seguidores del Villarreal llamó "mercenarios", entre otros insultos a los futbolistas de su equipo, y posteriormente se dirigieron unos veinticinco de ellos a la zona de salida de los coches de los jugadores.
Allí, con una gran presencia policial, se produjeron algunas carreras entre la policía y los seguidores del equipo, aunque el asunto no fue a mayores, si bien los jugadores salieron más tarde en medio de un cordón policial.
Por contra, tanto el presidente del club, Fernando Roig como, posteriormente, el vicepresidente, Jose Manuel Llaneza, salieron por su propio pie del estadio y fueron vitoreados por los aficionados que aún permanecían frente al estadio, quienes les animaron, mientras que Llaneza les hacía gestos de que volverían a Primera.
