Con esfuerzo pudo contener Jordi Alba las lágrimas a la hora de recordar los cinco años que ha pasado en Valencia, en el día de su despedida. Un lustro que, como él mismo reconoce, "me ha hecho convertirme en el jugador que soy". Es decir, en el mejor carrilero izquierdo europeo del momento, con solo 23 años, y recién fichado por el FC Barcelona. Una época que ha cambiado su vida, y todo a partir de un momento muy concreto, cuando Unai Emery, ante la escasez de laterales, decide adaptar al prometedor extremo en un improvisado lateral, en marzo de 2010 contra el Werder Bremen.

El experimento fue discutido pero con paciencia y tiempo para asimilar conceptos defensivos se ha revelado como el gran acierto de la etapa del técnico de Hondarribia: "Emery ha sido todo. Cuando empecé de lateral me caían muchas críticas a mí y al míster, pero al final todo ha salido bien. El cambio de posición me vino bien para ir con la selección de lateral. Él ha sido clave, un entrenador trabajador y que me ha marcado mucho, sobre todo por la confianza que me dio", comentó.

El futbolista, algo abrumado en su despedida, no quiso profundizar sobre si las causas por las que el Barcelona lo descartó y tuve que hacerse un sitio en la elite en el Valencia, al valorar por encima de todo la satisfacción por regresar a su casa: "Empecé en Hospitalense y después estuve en el Barcelona. Allí aprendí muchísimo, pero ahora no me planteo si me echaron o no, salí con la cabeza alta porque tenía mucha confianza en mí mismo. El Valencia me dio la oportunidad y le estoy agradecido. No miro si me echaron, vuelvo a casa por estar con mi familia y mi gente", aclaró.

En sus palabras de gratitud hacia la hinchada y sobre todo hacia los trabajadores - "también aquellos que han estado en un segundo plano"- del club, Alba recordó cómo cambió su vida cuando tuvo que emprender una nueva etapa, con 18 años, en una nueva ciudad. La adaptación, el año cedido en el Nàstic, el primer contacto con Mestalla en el debut, la consagración... "Cuando vine con 18 años, lo dejé todo. Al final ha valido la pena. Cuando debuté en Mestalla fue increíble, pude estar en un estadio como este y en Primera División. Estaré agradecido eternamente a este club que me ha permitido ser el jugador que soy. Dejo muchos amigos".

Ve a un Valencia competitivo

Jordi Alba formará parte ahora de uno de los dos clubes, junto al Real Madrid, que marcan distancia europea con el resto de equipos. Aún así, ve al Valencia con capacidad competitiva suficiente para plantar cara, a pesar de las abismales diferencias deportivas y presupuestarias: "Lo que es seguro es que el Valencia estará como siempre con los más grandes. Se ha hecho un buen trabajo con los fichajes aunque es verdad que Barcelona y Madrid últimamente están siendo mejores", añadió.

De la Eurocopa a los JJOO sin descanso

A Jordi Alba le aguarda un verano frenético. Tras su participación en la Eurocopa, en la que disputó todos los minutos, le esperan ahora los Juegos Olímpicos de Londres, en los que ha sido incluido en la lista elaborada por Luis Milla. En la convocatoria también han entrado otros dos futbolistas que tomaron parte de la Eurocopa, como Javi Martínez y Juan Mata, si bien su protagonismo fue casi testimonial. El riesgo de un verano casi sin vacaciones de cara a la temporada que le espera en el FC Barcelona no asusta al lateral: "Soy joven y me veo capacitado", afirma. La convocatoria está formada por San José, Javi Martínez, Ander Herrera e Muniain (Athletic), Koke, Robles y Adrián (Atlético), Jordi Alba, Montoya, Thiago y Cristian Tello (Barcelona), Moreno (Benfica), Álvaro Domínguez (B. Moenchengladbach), Oriol Romeu y Mata (Chelsea), Álvaro Vázquez (Espanyol), Isco (Málaga), De Gea (Manchester Utd), Azpilicueta (O. Marsella), Iñigo Martínez (Real Sociedad), Botía (Sporting), Mariño (Villarreal). v. c. t. valencia