Por segundo entrenamiento consecutivo se presentó Manuel Llorente en la ciudad deportiva de Paterna para charlar antes del inicio de la sesión de trabajo con el técnico, Mauricio Pellegrino, y alguno de los jugadores. Pero no hubo "llorentina" alguna. Con el equipo en su peor momento, a solo dos puntos del descenso y sin dar signos de reacción, el mensaje del presidente fue de ánimo, y no tanto de reproche o presión a los protagonistas. Las primeras dudas sobre la continuidad del técnico han aflorado en el consejo de administración, y la cuestionada planificación deportiva ha deparado que se peine el mercado en busca de dos incorporaciones en el mercado de invierno. Sin embargo, ayer Llorente quiso transmitir "calma y confianza" al técnico, con el que departió de aspectos deportivos del equipo y de las posibilidades de mejoría cuando se recuperen lesionados como Ever Banega, Jérémy Mathieu o David Albelda. El propio cuerpo técnico calificó de "rutinaria" la visita del máximo dirigente.

La intranquilidad que reina en el valencianismo no ha afectado de momento a Llorente, que mantiene intacta su confianza en el entrenador argentino, con quien le une una amistad personal que se remonta a la etapa de jugador del actual técnico. La visita de ayer tiene como intención fortalecer la imagen del técnico. No hay que olvidar que El Flaco fue una decidida apuesta personal del presidente a la hora de buscar un sustituto para Unai Emery.

De hecho, la decisión final pilló por sorpresa a la dirección deportiva y a los consejeros, que tuvieron noticia de la elección de un técnico sin experiencia en la élite con la incorporación ya cerrada. El nombre de Pellegrino no estaba en ninguna de las quinielas que el club había planteado, y en la que destacaban nombres como los de Miroslav Djukic, Joaquín Caparrós, Luis García Plaza, Laurent Blanc, Luis Milla o Didier Deschamps.

¿Ofrecido al Villarreal en 2010?

Una buena prueba de la excelente relación entre el presidente y el técnico estaría en la información, ofrecida por laSexta, de que Llorente habría ofrecido hace dos temporadas, para entrenar a uno de los filiales del conjunto amarillo. En aquella temporada, la 2010-11, Pellegrino formaba parte del cuerpo técnico del Inter de Milán, como segundo entrenador de Rafa Benítez, con quien ya compartió banquillo anteriormente en el Liverpool.