Es más que probable que el nuevo presidente de la Fundació Valencia CF contemplara el partido de ayer con otros ojos y con otras sensaciones. Porque una cosa es sufrir como aficionado, que eso lo hacen decenas de miles de personas muchas veces en Mestalla, y otra es hacerlo como máximo responsable de los destinos de una entidad cargada de problemas de índole deportivo, social y, sobre todo, económico. Se nota a la legua que Varona es una persona para nada acostumbrada a ser foco de atención. Y también estar sometido a muchos más intangibles (que el balón entre o no entre) de lo que es habitual en su día a día. Y por eso no es de extrañar que en estos primeros días pueda estar desbordado, algo fácil de imaginar.

Lo cierto es que, sin ir más lejos, el gol de Jonas de anoche tiene una importancia capital en forma de muchos millones de euros. Los que separan a un equipo que, en el minuto 92, estaba prácticamente fuera la competición europea, metido en un incómodo triple empate con Málaga y Betis, pero que en el 93 continúa su persecución a la plaza que queda en la Liga de Campeones, a dos puntos de una Real Sociedad que no parece tener límite.

Giner: «Un orgullo»

Para Fernando Giner fue un día muy especial. Ocupó un lugar en el palco que pocas personas de la historia valencianista han ocupado. «Es un honor estar en esa silla presidencial frente a la afición y es un motivo de orgullo. El día por supuesto que ha sido especial, mucha gente merece estar ahí y quiere estar ahí, y tengo la suerte de poder estar en estos momentos y disfrutarlo, aunque lo único que me importa es que gane el Valencia» dijo al empezar el partido. Su suspiro al acabar estaba más que justificado.

Mestalla no se dio por enterado del relevo institucional. Ni pancartas a favor ni en contra. Ni una despedida a Manuel Llorente, en bueno o en malo. Ni, por supuesto, ninguna bienvenida a los nuevos rectores. Entre otras cosas, porque no despiertan ninguna sensación especial a estas alturas de su particular partido. La Curva estuvo más pendiente de recordar a uno de sus componentes, fallecido recientemente y los silbidos no se dirigieron al palco sino, en todo caso, a Jonas, quien se vengó al marcar el gol de la victoria y la agonía.

Amadeo Salvo sí que acudió al palco, donde es habitual. Fernando Giner estuvo acompañado de sus compañeros de consejo salvo Llorente, algo que estaba previsto. Fernando Gómez también se dejó ver en su asiento habitual.

Los jugadores no se mojan

Los jugadores tampoco están dispuestos a mostrar en público la inquietud por la transición institucional, aunque la tienen. Sergio Canales, por ejemplo, comentó que «siempre te deja una pequeña duda, pero hemos hablado y estamos muy convencidos de lo que tenemos que hacer en el campo y eso es lo que tenemos que demostrar».

Valverde también exculpó a la Fundació de que no se hayan puesto en contacto con él. «Nadie se ha puesto en contacto conmigo y lo agradezco porque teníamos partido. No conozco los tiempos en los que se van a mover. Nosotros tenemos otras prioridades».