Federico Javier García Varona, de 45 años, hace gala de su valencianismo de forma permanente. "Yo llevo al equipo aquí - insiste llevándose la mano al corazón-, yo en Mestalla he llorado". Accionista del Valencia CF y con abono en anfiteatro, se emociona cuando habla de los momentos más gloriosos del equipo o de los partidos que le marcaron de pequeño.

Dos pasiones le definen: el trabajo, y el deporte. "Es un trabajador incansable", comentan quienes le conocen bien. Esa primera condición le vendrá bien en la actual coyuntura de la entidad de Mestalla. La segunda, la de corredor de triatlones, le servirá en esta larga carrera de fondo que le aguarda en los próximos meses. Una aventura en la que le embarcó José Císcar, a quien le une una estrecha relación personal y profesional. En su condición de asesor fiscal le llevaba los asuntos económicos al vicepresidente del Consell. Ese vínculo con el poder le ha granjeado no pocas críticas, así como su falta de experiencia en el mundo del fútbol. Ya he tenido que escucharse adjetivos como "listo" o "salvador de la patria", por la puesta en escena que hizo en su presentación, donde algunos le tacharon de "altanero".

Tal vez a estas alturas, preferiría haber dicho no a la propuesta de Císcar. Sin el escudo de Manuel Llorente, Varona queda en un primer plano y expuesto a las iras de la afición si sus decisiones no convencen. La grada, de la que formaba parte como espectador hasta hace unos días, es exigente y poco dada a la indulgencia.

Varona ejerce su actividad profesional en la consultoría Varona Asesores SL, que fundó su padre hace más de treinta años y ubicada en pleno centro de Valencia. Por otro lado, su madre procede de una de las familias con más abolengo y de perfil conservador de Godelleta, localidad en la que el presidente de la Fundación se crió y donde transcurrió gran parte de su niñez. Estudió en Escolapios y después se licenció en Ciencias Económicas y Empresariales. Tiene un máster en Asesoría Fiscal y es auditor censor jurado de cuentas, entre una retahíla de cargos económicos.

Amante del mar y la nieve

Amante del mar - luce dos pulseras marineras en su muñeca derecha- siempre que puede se pierde por Dénia, donde veranea desde hace años con su mujer y sus dos hijas. Federado en tenis, esquí y triatlón, hace gala de ser un "enamorado" del deporte en todas sus disciplinas. De hecho fue jugador de voleibol con los Escolapios y llegó a disputar competición nacional. Socio del Sporting Club de Tenis de Valencia, en sus pistas se marca largas partidas con otros dos patronos, José Luis Zaragosí y Aurelio Martínez. En invierno, cambia el mar por la nieve. Aficionado al esquí, casi todos los fines de semana los pasa en Valdelinares.

En sus primeros días en la escena valencianista se ha apreciado que Varona posee un discurso firme. En su primera comparecencia no se arredró. Con un tono de voz alto, jugando a su antojo con las pausas y los silencios, e incluso dando leves golpes en la mesa para reafirmar su mensaje, Varona se presentó a la sociedad futbolística. Desde su militancia ha reiterado que el Valencia CF no se venderá, en una afirmación que suena a desafío personal. "Si alguien acuerda la venta del club yo no iré a la notaría, antes me marcho", reiteraba.