Es el primer amistoso de la temporada (16 horas). Pero es algo más. El Valencia, veinte años después, juega en el Wildparkstadion, el estadio en el que sufrió una de las mayores afrentas europea de su historia: el 7-0 que le endosó el Karlsruher en una eliminatoria de la UEFA. Pero si el encuentro que se jugó el 2 de noviembre de 1993 acarreó una profunda crisis que se desembocó en la destitución del técnico, Guus Hiddink, y la dimisión poco después del presidente, Arturo Tuzón, el de hoy es simplemente el primer partido de la etapa Djukic. Un choque que, curiosamente, llega tras una gran transformación en la sociedad. Es, el primer partido de la nueva etapa que encabeza Salvo y lidera Djukic. Un encuentro amistoso que sólo sirve para que el técnico haga probaturas y los jugadores méritos para ganarse la confianza del nuevo entrenador.

Sin una parte de la plantilla disponible, Djukic apelará al orgullo para que el equipo deje una buena imagen en Wildparkstadion. Una cara que, sin ningún tipo de trascendencia, venga a minimizar el ridículo de aquel partido. Una eliminatoria que el Valencia encarriló en Mestalla con un 3-1 y que en Alemania echó al traste con el recordado 7-0. El Karlsruher llega al partido mucho más rodado ya que la Bundesliga 2 arranca dentro de dos semanas.