Mientras en la plaza del Ayuntamiento de Valencia se celebraba el Dia de la Pilota en la misma plaza de Donostia se desarrollaba este fin de semana una serie de exhibiciones de "bote luzea" y "laxoa", dos de las modalidades de juego directo, las más antiguas de la pelota vasca, a cargo de los mejores jugadores de estas especialidades, las mismas que practicó el legendario Bautista de Arraioz, el Hijo de Simón, el mismo que jugó contra los valencianos un histórico desafío en Madrid en presencia del rey Fernando VII.

En San Sebastián, presidía el alcalde de la ciudad; en Valencia, el conseller responsable. A dos mil kilómetros de Valencia, en la plaza mayor, casco antiguo de Leeuwarden, cien mil almas, capital frisona, región holandesa con personalidad propia, idioma propio y aspiraciones de pasaporte propio, sus autoridades, en perfecta colaboración con la Federación Holandesa de Pelota han acondicionado una cancha con césped para la práctica del juego de pelota a largo de los viejos frisones.

El pasado sábado se jugó allí una de las grandes citas anuales en el calendario pelotístico de su Federación. En Holanda, los pelotaris llegan a la partida transportados en preciosas carrozas arrastradas por caballos de raza autóctona. En San Sebastián, los pelotaris llegaron en carrozas arrastradas por bueyes de los valles euskaldunes. Cada segundo domingo de julio, la Gran Place de Bruselas se reserva para exponer a los flamencos y valones y a los miles de turistas que por allí desfilan las peculiaridades del juego a Llargues de los pelotaris llegados de pueblos francófonos o flamencos. La pelota es un elemento vertebrador. La pelota italiana es la que mantiene la presencia más extendida en espacios públicos. Su Federación es la más comprometida en la defensa de esta singularidad. Siena acogerá una gran exhibición a finales de octubre en el centro de su plaza medieval. Estas manifestaciones se desarrollan como testimonio de respeto a una herencia cultural y sentimental. En todas las regiones pelotísticas europeas se considera a este deporte como juego propio, "nacional", en el sentido más romántico de esta expresión. Todos reconocen que puede haber una modalidad común para competir en mejores condiciones pero a nadie se le ocurre renunciar a lo que consideran parte del alma de sus antepasados. Por eso ese cuidado especial en Valencia, en Frisia, en Bruselas, en muchas ciudades italianas. Y por eso ayer, ante la casual coincidencia de esta pasado fin de semana surgía en las redes sociales una cautivadora idea: estructurar un circuito europeo de Juego de Pelota en las Plazas.