Volviendo a Requena el pasado sábado después de ver al Levante frente a la Real Sociedad sufrimos un terrible susto. A la altura de la cementera de Buñol un taco imponente de madera se cruzó en nuestro camino y al chocar contra la rueda delantera derecha el impacto nos levantó el coche hacia arriba. Haciendo un gran esfuerzo pudimos enderezarlo y seguir la marcha. El escalofrío por el posible accidente nos duró hasta llegar a casa donde nos sentamos en un sillón y estuvimos casi una hora sin decir palabra alguna. Ayudados por el cariño de la querida esposa y el perrito Chiqui nos recuperamos y cenamos con el ánimo tranquilizado. Pero no logramos evitar la reflexión de lo expuestos que estamos a que en cualquier momento aparezca la guadaña segando para siempre nuestra presencia en el Ciutat de València.

A estos pensamientos latentes se sumó un mal rato que pasamos la noche siguiente soñando una dura pesadilla. En ella estaban Rajoy y sus ministros viendo la película «La balada de Narayama» buscando en ella ideas para reducir el costo de las pensiones. Nos despertamos sudando a la gota gorda con la sensación de haber imaginado una cercana realidad futura. A los que no sepan de que va la citada película que se lo pregunten a sus amigos amantes del cine.

Afortunadamente nos duró poco el malestar porque a media mañana recobramos el buen tono repasando las visitas granotas a Almería. Releímos lo ocurrido el 22 de septiembre de 2010, cuando el Levante ganó 0-1. El gol de la victoria, un auténtico golazo, lo marcó Sergio González de un tiro desde fuera del área que dio los tres puntos al equipo de Luis García Plaza. Estábamos en casa y exclamamos un ¡Macho Levante! en voz muy alta alegres por el triunfo levantinista. Fueron los primeros puntos conseguidos en la temporada 2010-11 tras perder los tres primeros partidos de liga. Con ellos el equipo granota rellenó el depósito de confianza en sí mismo y en la siguiente jornada maniató al Super Real Madrid de Mourinho en el Ciutat de Valencia que no pudo vencerle acabando el partido con empate a cero.

Esta tarde queremos volver a exclamar ¡Macho Levante! cuando termine el encuentro de Almería. El equipo de Joaquín Caparrós debe salir convencido de sus posibilidades de triunfo. Jugando como lo hizo en la segunda parte frente a la Real Sociedad, con redaños, buen fútbol atacante y seguridad defensiva, puede ganar. Confiemos que así sea y que todos los levantinistas estemos felices mientras disfrutamos mañana de la paella dominguera.