Tienen los mismos puntos en el saco, 20 en total después de cubrir las primeras 17 etapas de liga, pero su rostro es totalmente distinto. Unos sonríen, otros se sienten incómodos y necesitan una reacción inmediata. Cuando el punto de mira es totalmente distinto para ambos y se cruzan en la misma intersección en la parte inferior del cuadro, o Valencia o Levante no están haciendo bien sus tareas. Mientras en una parte de la ciudad, la zona granota, se respira tranquilidad en todas sus áreas, la otra es una caja llena de sorpresas. Con un técnico recién aterrizado, sin prácticamente tiempo para sacar de la maleta sus argumentos futbolísticos que le han encumbrado a conquistar el trofeo Apertura argentino con San Lorenzo, a lo que hay que sumar la incertidumbre de quién va a ser el dueño del club después del proceso de venta abierto por Bankia con el 15 de enero, el derbi se presenta lleno de contrastes pero con más incertidumbre que nunca. No hay un favorito claro si no se recurre a la historia.

En el comienzo de año puede escribirse una página histórica en el Valencia CF, su venta, para la cual pujan varias opciones más a la carta destapada por Amadeo Salvo proclamando su alternativa con Peter Lim como inversor, pero en la hoja de ruta existen unos plazos marcados que obligan a esperar de momento, de ahí que todos los focos se pongan en Juan Antonio Pizzi y su nuevo equipo de trabajo. Con la salida de Djukic y el toque de atención a los futbolistas se jugaron dos partidos con mejor cara, pero insuficiente para escalar a ese cuarto puesto ansiado, actualmente a 13 puntos de distancia y siete rivales por delante. Urge ir transformando los partidos por victorias, sumar de tres en tres, y la primera parada es el derbi del próximo sábado en Mestalla. La prioridad, por encima de la imagen y de dedicar un tiempo a sentarse por la noche bajo la luz del flexo con la finalidad de cuadrar los cálculos a largo plazo, es ganar. La plantilla blanquinegra es plenamente consciente que tras el cese de un técnico se han quedado sin escudo que les proteja, el último precedente con Valverde sirvió como revulsivo pero no valió para cumplir el objetivo. Ahora la tarea es más complicada, el cuerpo presenta más arañazos y la situación global es muy delicada, pero si algo caracteriza la entrada de año es la esperanza. El mensaje de Pizzi se ajustaría al siguiente lema: «Quien no crea, que se aparte y deje paso a otro». Existen urgencias, justo lo que no hay en la acera de enfrente.

Joaquín Caparrós y su tropa, han pasado también por épocas en las que les costaba respirar, con independencia del tortazo inicial de bienvenida a la liga que les dio el Barça en los morros, con el ya olvidado 7-0. No es su liga. Tras quedar sonrojados iban poco a poco a un ritmo que sería suficiente para inscribir otro año el nombre del Levante UD en la élite, hasta que comenzaron a aparecer las dudas tras cinco jornadas sin vencer. Tenían una renta suficiente para no pensar en la zona de descenso, pero se requería una mejoría y así fue ganando al Elche, remontando la eliminatoria de Copa del Rey frente al Recreativo, y culminando codeándose con el Atlético de Madrid, codeándose cara a cara con el equipo más en forma de la liga aunque no valió para sumar tras un penalti muy protestado. Con sensaciones positivas, el Levante UD se presentará en Mestalla dispuesto a vencer fuera, situación que no conoce desde la jornada 9 en Vigo. Ya queda lejos.

La historia más reciente de los derbis de la ciudad invitan a apostar por fijar una 'X' en la quiniela o en las casas de apuestas, hasta cuatro se han producido de forma consecutiva en las últimas comparecencias. Para contemplar el último triunfo como local del Valencia hay que remontarse al ejercicio 2006/07, cuando se venció con comodidad por 3-0. Ya no queda nadie de aquella plantilla, sólo David Navarro en el bando opuesto, pero que no podrá jugar por lesión. Pizzi, a diferencia de Caparrós, contará con el estímulo de ver cómo todos los integrantes del plantel quieren ganarse su confianza, los indiscutibles antes y aquellos que no contaban. Están en un periodo de 'prueba', tras el cual el técnico volverá a sentarse con Rufete, Manager General Deportivo, para elaborar la lista de transferibles en un mercado de invierno que hoy abre sus puertas.

Otro partido en los despachos

Hay mucho en juego sobre el césped, pero paralelamente se juega otro partido en los despachos de trascendencia vital. Quieran o no, el vestuario valencianista está expectante porque no sabe qué va a ocurrir en el concurso de venta abierto por Bankia. En la acera de enfrente estabilidad, la Fundación Cent Anys del Levante abonó los 1'5 millones de euros del préstamo y Quico Catalán contempla prolongar su mandato presidencial hasta 2018. Estabilidad frente a una caja de sorpresas.