El Valencia ejerce hoy de anfitrión pero, seguramente, será el Levante quién se desenvuelva con más comodidad en el derbi. Para Amadeo Salvo, Rufete y Pizzi éste será su primer derbi; mientras para Quico Catalán y Manolo Salvador será uno más que sumar a su particular contabilidad.

Joaquín Caparrós se estrena en este enfrentamiento pero, el experimentado técnico, ha vivido muchos partidos de esta índole y sabe que, aunque están en juego los mismos puntos que en cualquier otro choque liguero, la trascendencia para la afición es diferente.

Un Valencia-Levante -con los mismos puntos ambos en la clasificación- para arrancar el año es un plato fuerte. Precisamente en el comida empezará a digerirse el derbi. Ambas directivas se reunirán al mediodía en el restaurante Casa Navarro. Y ahí se evidenciarán las primeras diferencias. Los dirigentes del saneado Levante llegarán a la cita tranquilos, mientras que los anfitriones, viven estos días en la inseguridad que genera la venta del club y las consecuencias de ello. Para Salvo y sus consejeros, éste puede ser su primer y último derbi.

El de hoy, no será un día fácil para Rufete. El manager general deja de estar en un segundo plano a ser partícipe de todo lo que suceda en el campo. El alicantino es quién ha apostado por Juan Antonio Pizzi y el técnico se estrena sobre el césped en un partido de máxima exigencia que deberá servir para reactivar el ánimo de una afición desencantada con todo lo que envuelve al club. Unas sensaciones que Manolo Salvador, con contrato hasta el 2016, tiene totalmente asumidas ya que el director deportivo del Levante, con muchos más aciertos que errores en los fichajes, conoce perfectamente.

Salvador, que está al frente del Levante desde hace seis temporadas, es uno de los artífices del éxito del actual Levante. El de Faura ha ido cocinando las plantillas para que el club pasara de competir en Segunda división a disputar competición europea. El exjugador apostó ciegamente por entrenadores como Luis García o Juan Ignacio Martínez, que no tenían experiencia en Primera división y el resultado en ambos casos fue excelente. Para Rufete, novato en el cargo, Pizzi es su primera y arriesgada apuesta. El argentino, que llega tras ganar el torneo Apertura en Argentina, aterriza en una liga que, como técnico desconoce ya que, desde que colgó las botas en el Villarreal, en junio de 2002, ha estado fuera de España. (Desde que se retiró hasta 2005 estuvo viviendo en Barcelona dónde, junto a Guardiola y Luis Enrique, se sacó el título de entrenador. Fue en 2005 cuando regresó a Sudamérica).

La diferencia, sin embargo, es que mientras Rufete ni siquiera opinó en la confección de la actual plantilla porque hasta julio no estaba en el club, Salvador es el arquitecto del Levante.