El levantinismo se ha quitado una preocupación de encima en las últimas semanas. Ha podido confirmar que su canterano más popular, Rubén García, ha vuelto. Está listo para jugar al máximo nivel en el tramo final de la temporada. El centrocampista de Xàtiva, que cumplirá 21 años el próximo mes de julio, ha salido de un letargo de varios meses para enseñar su mejor versión. Ahora es el futbolista incisivo, atrevido y enérgico de hace muy poco, cuando ya figuraba entre los jóvenes más destacados de la Liga BBVA. Su gol ante el Osasuna el número 350 del equipo «granota» en Primera División, el pasado 1 de marzo, marcó un punto de inflexión en su trayectoria esta temporada. Firmó un partido excepcional, con un gol incluido. Dos semanas antes, ante el Almería, y tras dos partidos en el banquillo, había conseguido levantar al público de Orriols de sus asientos con una actuación excepcional.

Tras confirmar su ascenso al primer equipo la pasada temporada, Rubén confirmó su progresión en el inicio de la actual. Bien desde la banda izquierda, bien desde el centro del campo, Rubén fue considerado siempre una pieza básica en el esquema ofensivo de Joaquín Caparrós. Es el jugador más vertical de la plantilla. El más explosivo. Sin embargo, el desgaste le pasó factura al jugador setabense. Su participación en el Mundial sub-20 el pasado verano, y algunos problemas musculares, desterraron al centrocampista al banquillo. Una desilusión que mermó las ilusiones de la parroquia «granota», convencida de tener delante a uno de los canteranos más prometedores de su historia.

Meses después, Rubén está de vuelta. Su actuación en los últimos partidos le confirman de nuevo en la titularidad, pese a la amenaza de quedar en la suplencia por la llegada de Víctor Casadesús en el mercado de invierno.

El rendimiento de Rubén vuelve a poner sobre la mesa el interés del club por renovarle, pese a que lo tiene «atado» hasta 2016. Su claúsula de rescisión actual es de 10 millones de euros. Una cantidad que puede quedarse corta si el futbolista llama la atención de clubes de la clase alta. No es la primera vez que hay interés por sus servicios. El futbolista criado en la cantera del Valencia, donde no le encontraron acomodo, está entre las promesas más destacadas del fútbol español. Lleva años como internacional en las categorías inferiores y ahora llama a las puertas de la sub-21. El propio Valencia intentó repescarlo sin éxito. Es pronto, pero no es descabellado que el Levante UD se siente con sus representantes para mejorarle el contrato.

El futbolista vuelve el sábado, por cierto, a Cornellà-El Prat, donde el año pasado anotó un gol decisivo ante el Espanyol. «Es un partido que recuerdo con especial alegría, pues jugamos bien, marqué un gol y me sentí muy a gusto», dijo ayer. Rubén está loco porque llegue el partido. «Siempre decimos que cuando pierdes un partido cuanto antes puedas jugar y quitarte esa espinita mucho mejor», aseguró.