«Creo que ya ha venido, pero no la he visto porque también he llegado hoy. Poco tengo que decirle. Estoy en el torneo y centrado en jugar. Ella es la que tiene que hablar y explicar un poco sus planes de futuro. No sé si iría si me llamaran. No sé si van a contar conmigo, ni si yo estaré en condiciones físicas. Ha sido una nominación que quizás ha sido rápida y prematura. No se ha llegado a consultar a los jugadores, pero no es un debate sobre si es Gala u otra persona, el debate es si había mas candidatos antes que Gala León o si las cosas se podían haber hecho mejor y consultar a los jugadores. La Federación tiene su opinión, diferente a los jugadores, y nosotros otras preferencias». Por si le quedaba alguna duda a Gala León, y como David Ferrer es franco, salta a la vista que locura de amor no tiene por la nueva capitana de la Copa Davis.

La nueva jefa de la selección española está en Valencia, como es obligación de los capitanes de la Davis, aunque algún día habría que analizar, a estos niveles, para qué sirve un capitán, si no para aplaudir al jugador o para llevarle la toalla (no se les suele ver en las imágenes televisivas haciendo mucho más, aparte de hacerles unas escuchitas en los descansos). Dicen los que saben también que para elegir a los jugadores para cada enfrentamiento en función a su estado de forma o la pista en la que se dispute. Otros, que es una figura cohesionadora, aunque poco cohesionó Carlos Moyá, tan colega de los tenistas y lo dejaron más tirado que una colilla en tierras brasileñas, propiciando el descenso a los infiernos de la categoría de plata.

El caso es que Gala León está en Valencia envuelta en una burbuja. No habla o no le dejan hablar. Ve partidos y se marcha. La Federación, que es quién la elegió, la quiere ahora preservar porque comprueba que, pasa el tiempo, y el enfado de los tenistas no remite. «Ya se dijo en su momento lo que todos pensábamos, que el debate se había centrado en un tema que no era el importante. Se centró por el lado del machismo y eso fue un error total, porque los jugadores o la gente implicada pensaban si era una persona capacitada o no y el debate se fue a otro sitio que creo que no benefició a nadie» aportó también Feliciano López. Un tenista que, eso sí, se mostraba de lo más conciliador: «Aquí será un buen momento para que los jugadores hablemos con ella y ver qué puede pasar en un futuro».