«Es hora de dar el salto. Lleva tu club al futuro» son algunos de los lemas que vende un nuevo intento de dar una vuelta de tuerca al ya de por sí enrevesado mundo de las estadísticas y promedios en el mundo del baloncesto. Y será el Valencia Basket junto con el Manresa los que se convertirán en particulares conejillos de indias en el amistoso que disputarán el próximo sábado en Godella. Allí, los jugadores serán equipados con geolocalizadores „un chip en la zapatilla„ que, combinados con un juego de cámaras (cuatro, aunque en la NBA ya se trabaja hasta con 24), permitirá conocer en tiempo real datos que van más allá de las habituales estadísticas de lanzamientos y acciones. Distancia recorrida, velocidad o aceleración se incorporarán a los conceptos que, normalmente, completan la conocida «Valoración» de cada jugador.

Este sistema ha sido desarrollada por la empresa NBN23, que opera en el Parque Tecnológico de Paterna y cuenta con la participación de Johnny Rogers y Anna Montañana, convencidos de que «la aplicación de la tecnología al deporte mejora el desarrollo de jugadores y clubes. Es una revolución en la forma de obtener y mostrar los datos que cambiará la manera de entender este deporte. Se puede decir que el Big Data 2.0 ha llegado al baloncesto» aseguraba el ex jugador de Valencia Basket, que pidió permiso al club taronja para que fueran ellos los pioneros en la experiencia. «Esto es un paso que va más allá. Facilita datos que hasta ahora sólo podías ver con el visionado del vídeo de partido y tomando nota. Por poner un ejemplo: te dice, cuando haces o te hacen un bloqueo, cuantos jugadores se quedan. Te señala qué jugadores pisan o no pisan la zona» a la vez que reconoció que «también hará falta una labor de reeducación a para saber interpretar todos esos datos».

Eso será en el nuevo amistoso que disputará el todavía mermado Valencia Basket, ese al que todavía le faltan varios de sus jugadores „el siguiente en llegar será Van Rossom tras la eliminación de la selección belga„. Mientras, con los jugadores que hay es difícil extraer conclusiones. «Creo que cuando estemos todos juntos podremos averiguar lo que tenemos y espere que dé tiempo a que probemos todos en algunos partidos al final de mes. El limite es el cielo, si trabajamos duro y hacemos lo que nos dice el entrenador podemos tener grandes éxitos» aseguraba ayer el pívot Justin Hamilton. El ex NBA comentó también que, en estos momentos, lo único que se puede trabajar con cierta consistencia es «la defensa. Es el factor más importante y en los entrenamientos estamos centrados mucho en la defensa».