No es habitual. Incluso llega a sorprender. Pero, a veces, en los campos de fútbol regional se puede disfrutar de algún futbolista que ha llegado a ser internacional. Es el caso de Javi Marco, que ayer le dio la victoria a su equipo, el CD Cuenca, en el grupo VIII de la segunda regional valenciana, con un gol en el minuto 92 en el campo del Alfafar.

El 19 de diciembre de 2002 Javi Marco todavía tenía 16 años, pero estaba convocado con la selección española sub-17 en un amistoso de preparación del Europeo de la categoría. El rival era Portugal y el escenario, Sintra.

Juan Santisteban, el seleccionador, daba la alineación, y ahí se encontraba Marco. De central derecho, cubriendo las espaldas a un lateral que por entonces destacaba en la cantera del Sevilla, Sergio Ramos, ¿les suena? Ambos debutaban con la «Rojita» aquel día. El portero Roberto, ahora en el Olympiacos, que fue pretendido este verano por el Valencia; Adán, en el Betis; Arzo, Sisi o Pallardó fueron otros de los jóvenes valores que defendían la «roja» en aquel partido. «El momento más emotivo fue salir al campo, lleno, y que sonara el himno nacional. Era sorprendente ver cómo gente de tan solo 16 años interiorizaba la responsabilidad de representar a su país y cómo la inculcaba el cuerpo técnico. A lo mejor soy exagerado, pero yo me lo tomaba así», relata Marco.

De sus compañeros, como no, destaca a Sergio Ramos: «Ya entonces sorprendía su carácter, con 16 años ya tenía esa superación física y mental que lo ha llevado a triunfar». No jugó aquel partido David Silva, pero sí que coincidió con él en las categorías inferiores del Valencia, del que recuerda su «sencillez»: «Era humilde a más no poder, y jugaba con la misma humildad pese a ir sobrado. Tal vez, de no ser así, no se habría ido al Eibar o al Celta».

En aquella selección lusa rival, que unos meses más tarde se proclamó campeona de Europa precisamente ante España, se encontraban jugadores de la talla de Miguel Veloso o Moutinho, «pero entonces no los conocías», revela Marco. «Sí que recuerdo que sufrí lo indecible con el delantero, un tipo muy rápido y con mucha potencia y técnica». Era Ivanildo, ahora en el Portimonense de la segunda portuguesa.

Durante la siguiente temporada, siendo aún juvenil, Javi Marco fue ascendido al Valencia C, un segundo filial del club que ya no existe y que por entonces estaba en Tercera División. «A quien le debo todo lo que hice en el fútbol es a Robert Fernández (ahora director deportivo del FC Barcelona), que me llevó al Valencia y me subió a Tercera División, y me ha dado los mejores consejos futbolísticos y personales», detalla Marco. En aquella época también tuvo como técnico a Luis Milla, ahora en el Lugo, del que dice que es «la persona que más claro» le ha hablado. «En el Valencia se respiraba fútbol por todos lados. No te faltaba de nada. No eras uno más, sino que eras el VCF, y para mí, valenciano y valencianista, era lo más grande que en aquel momento me podía pasar. Estaba en una nube. Fueron mis mejores años».

Todo parecía encaminado a una carrera en la élite, pero ésta se truncó el 13 de septiembre de 2003. En el minuto 92 de un partido que ya estaba sentenciado, 5-2 al Burriana, Javi Marcó oyó un tremendo crujido: rotura del ligamento cruzado de su rodilla izquierda. Hasta mayo no volvió a pisar un terreno de juego, y el tren de las oportunidades no quiso esperar. Cuando se recuperó fichó por el Villarreal, donde llegó a entrenar con la primera plantilla, pero ya no era lo mismo. «Tenía claro que debía estudiar y que el fútbol era algo más dentro de mi formación. Es algo que me inculcaron en casa. Realmente nunca me creí futbolista. Quizá, a ese nivel, debí haberme considerado más futbolista», dice Marco, quien ahora es licenciado en Derecho y Ciencias Políticas.

¿Por qué volvió a 2ª Regional?

Tras su paso por Villarreal, Javi Marco jugó en el Paterna CF, el Torre Levante y el Cheste? y se retiró, o eso creía él, a los 25 años. Muchos otros futbolistas que se quedan cortados prefieren ni pensar en las categorías más modestas, pero Marco no abandonó por completo. «Para mí el fútbol es un veneno, una liberación. Me he pasado doce años de mi vida en un vestuario y necesito seguir viviéndolo para mi estabilidad, no tanto ya física sino emocional», confiesa. Por eso se ha vuelto a calzar las botas y ahora defiende los colores del CD Cuenca, en Segunda Regional. Marco destaca la mejora de esta categoría en los últimos años: «Ya hay estilo y cierto rigor táctico. Eso es la evolución del fútbol». Pero ya sea en Primera División o en regional «la vida en el vestuario es igual. Siempre hay egos, incluso en Segunda Regional. Al final, la gente va a jugar a fútbol, y el objetivo es común: ganar», asegura.

Pero antes de volver al césped, Javi Marco pasó por el Cartagena la temporada pasada, donde comenzó como asesor jurídico y terminó como presidente. «La experiencia en el Cartagena fue dolorosa, pero profesionalmente muy gratificante. Se hizo mejor o peor, pero nunca con intención de hacerlo mal. Me di cuenta de la importancia de poder organizar a tu equipo directivo, y allí vino dado, lo cual es un hándicap. Mi única medalla fue presentar un concurso de acreedores que se admitió y que ha dado estabilidad a un club que podía haber desaparecido». Eso sí, afirma que lo pasó «peor como directivo que como jugador».

Especialista en Derecho Deportivo, Javi Marco sigue vinculado a la élite ofreciendo sus servicios como consultor jurídico en el despacho BeSport. Además, cada fin de semana vuelve a sentirse futbolista, aunque sea en Segunda Regional.