El Valencia Basket puso ayer tierra de por medio con uno de sus rivales más duros en la fase de grupos de la Eurocopa. Despachó al CAI Zaragoza con una victoria cómoda, sencilla. Ya son cuatro consecutivas en este inicio de temporada, dos en la Liga y otras tantas en la competición europea. Tras un farragoso inicio del choque, el conjunto de Pedro Martínez demostró su mayor repertorio. A partir del segundo cuarto, dosificó perfectamente las fuerzas y repartió funciones. Sin Halmilton, lesionado a última hora por una sobrecarga muscular, Martínez dio carrete a Trias, mientras que Dubljevic acaparó otra vez el protagonismo con una actuación soberbia, lo que ya ha dejado de ser noticia. El montenegrino sumó 24 puntos, que no es moco de pavo.

Como el día del Joventut, el Valencia Basket fue de menos a más sobre la cancha de la Fonteta. Entró mejor al partido el CAI Zaragoza, con una sorprendente facilidad inicial para elaborar cada jugada. Una fluidez en el juego a la que el conjunto «taronja» tardó un rato en contestar. La superioridad visitante le puso a alguno un nudo en la garganta. El 7-15 con el que los maños mandaban al minuto 5 fue neutralizado antes de la primera pausa. Antes, se había encendido una luz roja. Jordi Trias, acumuló tres faltas personales en un instante. No pintaba bien la noche, la verdad.

Fue mover Pedro Martínez el banquillo y el dinamismo apareció en las filas naranjas. Y fue entrar Dubljevic en la pista y cambiar sustancialmente las cosas. El montenegrino se estrenó con un dos triples para dar la primera ventaja al Valencia BC (21-20) al final del primer cuarto.

Dos robos de balón y el poderío en los rebotes dispararon al inquilino de La Fonteta a continuación. Un parcial de 9-0 abrió una brecha definitiva en el marcador. la cara de Joaquín Ruiz, técnico del CAI, era un poema. De ahí al descanso, el partido fue un paseo para el conjunto naranja, con un funcionamiento perfecto de las rotaciones. La conexión Stefansson-Sato, la versatilidad y el empuje de San Emeterio, el criterio de Rafa Martínez y Vives... el Valencia Basket despegó y ya miró hacia adelante, sin pestañear, hasta el descanso. La última posesión, definida con canasta de San Emeterio, resumió la compenetración del equipo de La Fonteta, un grupo mucho más suelto que el del inicio del choque (48-31).

Las diferencias se estiraron en el tercer cuarto, donde el Valencia Basket demostró tener más recursos que su rival. Era un equipo muy superior. Liberado ya de cualquier miedo, se sintió cómodo en todos los frentes, con tres triples incluidos (Van Rossom, Shurna y Rafa Martínez). Poco a poco y con Trias de nuevo en pista, el partido se fue terminado para los blancos (73-50).

El CAI dio media zancada en el último cuarto. Se llegó a situar a 12 puntos (76-64), momento para que el Valencia BC se reactivara y diera un último arreón. Fue, otra vez, un triunfo basado en el corporativismo. La Fonteta vive dichosa este inicio de temporada ante el amplio fondo de armario que ha diseñado el club. Y falta Antoine Diot. El domingo, toca visitar al Estudiantes.