El Valencia Basket confirmó ayer la potencia de sus motores con su cómodo triunfo en la cancha del Estudiantes. Sólo flaqueó en el último cuarto, cuando cedió mucho terreno a un rival rabioso, tocado en el orgullo. Pero era demasiado tarde. El paseo triunfal del conjunto «taronja» en los primeros 30 minutos habían dejado el partido prácticamente cerrado. Esta vez el protagonismo lo acaparó Rafa Martínez, que firmó una actuación soberbia. Con 21 puntos, 15 de ellos en forma de triples, el catalán fue el mejor jugador del partido. La lesión de Van Rossom, con un esguince de tobillo que le dejará KO al menos un partido, fue la noticia negativa. Entre las positivas destacan los números aplastantes del Valencia Basket. Su inicio de temporada es espléndido. Suma cinco victorias consecutivas, tres de ellas en la Liga ACB y dos en la Eurocopa.

Dubljevic marcó el potente inicio de choque de los «taronja» con los primeros cinco puntos. Pronto quedó clara la jerarquía del Valencia BC sobre la cancha. Con un baloncesto más fluido, abrió rápidamente distancia en el marcador. Todo era más fácil cuando la pelota estaba en sus manos, con Lucic especialmente hábil. Un triple del recuperado Hamilton (11-21, min. 8) reflejaba la efectividad colectiva visitante.

La resistencia del Estudiantes se limitó a algunos arreones. Como el del inicio del segundo cuarto, con un par de acciones de Hernangómez y Salgado (20-25) antes de un golpe sobre la mesa del equipo de Pedro Martínez. Tres triples seguidos de Stefansson, Shurna y San Emeterio abrieron una brecha que resultó definitiva (20-34, min. 16). La superioridad visitante era insultante, con un gran trabajo ofensivo, mucha facilidad en los tiros y fabricando segundas y terceras opciones. Un parcial de 4-17 dejó maltrecho al Estudiantes, incapaz de sostenerse en defensa. La lesión de Van Rossom, al final del segundo cuarto, impidió que la fiesta fuera absoluta. El base belga se retorció de dolor tras doblarse el tobillo. Se retiró apoyándose en otros compañeros al vestuario, dejando claro que no iba a seguir en la pista.

A los buenas sensaciones que transmite el Valencia Basket en este inicio de competición se une Fernando San Emeterio, un fichaje que ha insuflado de energía el juego exterior. El cántabro volvió a firmar un partido notable, en perfecta sintonía con sus compañeros. Vives adquirió más protagonismo con la ausencia de Van Rossom , lo mismo que Stefansson, un jugador exquisito. Pero si hay alguien que brilló ayer por encima del resto ese fue Rafa Martínez, el gran capitán. El catalán jugó el partido casi perfecto. A un parcial de 9-0 del Estudiantes, respondió el Valencia Basket con dos triples, uno de Rafa Martínez y otro del islandés. Los números del capitán desde la distancia eran escandalosos: 5 de 7 triples. De repente, el conjunto de Pedro Martínez volvía a abrir una diferencia considerable: 47-70. A 23 puntos.

El Estudiantes no se rindió. Nacho Martín y Jaime Fernández se echaron el equipo a la espalda para un rival que no renunció a volver a meterse en el partido. El Valencia Basket no encontraba la manera, ahora, de seguir anotando puntos ante un conjunto que nada tenía que ver al de los anteriores cuartos. Se llegó a situar a 7 puntos (73-80) a falta de 21 segundos, con un parcial de 26-11. Era tarde. El trabajo del Valencia Basket estaba hecho.