El club, que arrastra una deuda considerable, está ahora mismo gestionado literalmente por los propios jugadores que ya hicieron saber su intención de tomar las riendas cuando la anterior directiva abandonó la entidad hace dos meses. Ahora, con el presidente entrante entonces Carlos Sanchis, también en retirada desde el sábado, el papel de los futbolistas pasa del césped a los despachos. Pero, además, estos tan solo tienen hasta mañana para reclamar ante la AFE las cantidades que se les adeudan.

La situación es muy delicada porque fuentes de la Asociación de Futbolistas indican que el club está en grave riesgo de bajar incluso de categoría si no se saldan las deudas.

Ahora, tras el empate ante el Villarreal B, al equipo le toca viajar a Lleida. Un desplazamiento que, en caso de producirse, todo parece indicar que correrá a cuenta y riesgo de los bolsillos de los propios jugadores. El ya extinto presidente, Sanchis, aseveraba que el camino para la recuperación, además de encontrar unos inversores que nunca llegaron, era «reducir el coste de la plantilla». No obstante, ahora son estos mismos futbolistas los únicos que mantienen el tipo y parece que están dispuesto a luchar hasta el final para enderezar el rumbo. En caso de producirse la cita autogestión, sería todo un golpe de efecto y una llamada de atención para otros equipos en una situación similar como La Roda o el Recreativo.