El Juez Único de Competición de la RFEF anunció ayer el cierre de la grada lateral del estadio Silvestre Carrillo y multar con 3.000 euros al Mensajero, por deficiencias e incidentes, tras los hechos acaecidos el pasado día 14 a la conclusión del partido Mensajero-Barakaldo, donde el trío de colegiados valencianos integrado por Fernando Navarro Collados, Guillermo Ballester Vila y Álvaro Rallo Estévez fueron zarandeados, insultados y en el caso del asistente Rallo Estévez agredido. El Mensajero presentó alegaciones por el anexo al acta que el colegiado castellonense presentó el lunes 15 una vez dispuso del parte médico de su compañero Álvaro Rallo Estévez, junto a la denuncia presentada en la comisaría de la capital de la Plana.

El Barakaldo se impuso (0-1) con un penalti en el minuto 43 que transformó Gálder Cerrajería, que encendió los ánimos de los seguidores palmeros. Finalizado el encuentro, una cuarentena de aficionados se aglutinó en la puerta de salida para esperarles. La Policía Nacional y la fuerza de seguridad privada del club les garantizaron que su integridad física no correría peligro. Al acercarse al taxi los seguidores palmeros se saltaron el cordón de seguridad, le derramaron cervezas al colegiado, así como una botella de agua. A parte les insultaron, zarandearon y en el caso del asistente castellonense Álvaro Rallo Estévez le empujaron con virulencia a la puerta, golpeándose la cabeza y el impacto le abrió una brecha en la frente.

Este fin de semana el trío arbitral agredido volverá a los terrenos de juego, pero lo hará por separado, ya que cada uno participará en un escenario diferente.