El Olímpic se jugará la permanencia en el partido de vuelta, después de que un correoso Leioa cobrara ventaja ayer tras marcar en la Murta y no perder.

No renunció a tener el balón el Leioa en los primeros minutos de tanteo con Córdoba muy atento en el centro de campo. Las primeras ocasiones tardaron en llegar. En el m.9 la defensa vasca despejó a córner una falta lateral lanzada por Luismi, y tras el saque de esquina, en el rechace, Berna en buena posición remató alto. Oportunidad clara perdida. En el m.14 Rubiato remató en posición forzada un centro de Granell desde la derecha. El Leioa concedía entonces demasiadas faltas en las proximidades de su área. En el m.19 Vaquero lanzó una de esas faltas ronzando el larguero el balón. Mientras tanto Yanis no encontraba, por el Leioa, una ocasión clara de remate.

En el m.25 lo intentó con rapidez Sota quien forzó una falta peligrosa a unos metros del borde del área. Bonilla lanzó magistralmente con potencia y colocación el balón marcando el primer gol del partido. Efectividad máxima visitante.

El Olímpic y la grada trataron de reaccionar a un escenario inesperado, favorable para los visitantes. El Olímpic aumentó su presión ante un Leiola que parecía no pasar apuros para defender su ventaja y además intentaba contragolpear con peligro. Yanis y Polano empezaron a gana protagonismo mientras que los locales perdían claridad en sus acciones ofensivas, regalando más balones de los esperados. En el m.44 Luismi lanzó una falta desde la derecha, San Julián se adelantó a la defensa y tocó de cabeza al fondo de la red. Tras el gol se llegó al descanso. El Olímpic recobraba confianza y la igualdad.

Salieron apretando los locales en el segundo tiempo. En el m. 47 Ángel salvó en la misma línea de gol un remate de San Julián tras una nueva servida por Luismi. En el m.52, tras driblar a varios defensores, disparó Julio a las manos de Ángel. Agobios para el Leioa. En el m.56, tras una nueva falta lateral, Ángel despejó con apuros, y Granell, en buena posición, disparó fuera.

Pese a la presión local a movilidad de Yanis, el mejor de los atacantes locales, mantenía a la defensa local cerca de su área. El Olímpic quería, pero no creaba ocasiones claras. Con el paso de los minutos la ansiedad se convirtió en mala compañera de los locales hasta el pitido final.