La idea surgió tras la partida mixta de raspall y escala i corda jugada en el trinquet de Oliva con motivo de la fiesta de la Mare de Déu del Rebollet, con éxito deportivo y de público. Se trataba de organizar un festival con aires de desafío que enfrentara a tres primeras figuras del Raspall contra tres figuras de la escala i corda. La empresa Savipecho apoyaría la iniciativa. El trinquet elegido no podía ser otro que aquel desde donde partía la idea y la inicaitiva: el majestuoso trinquet de Oliva. Las gentes del Raspall acogieron la iniciativa con el entusiasmo que les caracteriza.

Waldo, figura mítica, se convertía en el animador de la partida, cuyas condiciones finales se resolverían, «com a bons valencians, en un bon dinar». En ese sentido ya había propuestas: en el resto siempre los de Escala i Corda que sacarían con mano cambiada y con falta al tres€ propuesta que parecían excesivas para el sector de Escala i Corda. De ahí lo del «dinar€». Se apuntó la alineación ideal del Raspall: Waldo, Moltó y Tonet.

Los pelotaris de Escala i Corda, dependen de la empresa Val Net, si bien la última palabra la tiene la Federació de Pilota Valenciana y el empresario que avala la póliza de crédito para el pago de las mensualidades, José Luis López.

Ribera, el gerente de Val Net, confirmaba que «tras la vuelta de vacaciones se daría un impulso a la organización de ese evento», mientras reconocía que «si bien tiene gancho para llenar un trinquete, hay que medir bien las condiciones para que nadie pueda sentirse fracasado». Ribera apuntaba a Puchol II. «Su juego impactaría a los aficionados de raspall», decía. Sin embargo, el pelotari de Vinalesa nunca ha jugado a esa especialidad y desde su entorno se apunta que necesitaría tiempo para adaptarse. Pero hay otros pelotaris de primer nivel que sí están en condiciones de jugar con garantía y solvencia. Se demostró con el saque de Félix o de Pere Roc, con la facilidad de Pere o con la del propio Carlos, todos ellos protagonistas de aquel duelo de Oliva del que surgió todo.