El valenciano Jorge Navarro (Estrella Galicia 0'0 Honda) regresó a la senda de la victoria al imponerse en el Gran Premio de Motorland Aragón que se disputó ayer en Alcañiz, aunque no pudo hacer nada por evitar que el surafricano Brad Binder (KTM) se proclamase matemáticamente campeón de mundo de Moto3.

Navarro supo aprovechar su oportunidad y vencer después de siete grandes premios tras su última victoria, conseguida en Cataluña, aunque el principal punto de atención estuvo centrado en saber si el surafricano Binder sería capaz de proclamarse campeón del mundo cuatro grandes premios antes del final. Y lo fue.

Binder dio la cara en todo momento y peleó por la victoria para no dejar ni una oportunidad y al final logró la recompensa que se mereció, ser campeón del mundo.

Nada más apagarse el semáforo el italiano Enea Bastianini (Honda) salió raudo y veloz por delante de sus rivales más directos, Navarro y Arón Canet, con Binder ascendiendo desde la cuarta plaza.

Al término de la primera vuelta Navarro le había arrebatado el liderato a Bastianini con la clara intención de ser «profeta» en su tierra, aunque todavía con demasiadas vueltas por delante.

La española María Herrera (KTM), única fémina del campeonato, no tuvo el santo de cara en las primeras vueltas, al sufrir una caída de la que intentó recuperarse y regresar a la pista mientras por delante Navarro tiraba con fuerza para hacer la selección definitiva.

Ese «tirón» de Navarro lo aguantaron Bastianini, que una vuelta más tarde, en la tercera, volvió a pasar líder, además de Binder, dispuesto a sentenciar su primer título mundial. Pero los constantes adelantamientos en ese sexteto no hicieron sino ralentizar el ritmo y que el italiano Fabio di Giannantonio (Honda), en cabeza del grupo perseguidor, al que llegó Joan Mir (KTM) desde la vigésimo quinta posición en la formación de salida, acabase enlazando.

En el noveno giro, Binder decidió tomar la iniciativa y superó a Bastianini, para forzar un cambio de ritmo y volver a realizar una criba, aunque no logró inicialmente su objetivo y sus rivales aguantaron tras el rebufo de la KTM, que se mantuvo líder hasta el decimocuarto giro, cuando primero Giannantonio y después Oettl y el propio Bastianini lo superaron. Y comenzó una nueva secuencia de adelantamientos en los que también se pudo ver a Mir, tercero en esa vuelta. Toda una remontada de Joan Mir tras un fin de semana muy condicionado por la fiebre pero que no le impidió pelear hasta el final por un puesto en el podio. Tras una serie de «toques» entre los pilotos, en apenas dos vueltas, en el decimosexto giro, cuatro pilotos consiguieron abrir un hueco de más de un segundo y medio en pos de la lucha por el triunfo, Binder, Bastianini, Giannantonio y Navarro.

Final ajustado

A dos vueltas del final Navarro tomó la iniciativa y se puso líder en la misma recta de meta, llevándose tras su estela a los dos italianos sin que Brad Binder pudiera contrarrestar inicialmente ese ataque, si bien en el último giro la situación cambió y aunque Navarro acabó ganando la carrera, Binder supo soportar la presión para doblegar a sus dos rivales italianos y proclamarse campeón del mundo matemáticamente. Mir consiguió una más que meritoria quinta plaza después de todos los problemas físicos del fin de semana, con Jorge Martín, Canet, el argentino Gabriel Rodrigo y Juanfran Guevara, tras él. Albert Arenas fue vigésimo cuarto, con Marcos Ramírez y María Herrera ocupó la vigésimo séptima plaza.