Mal comienzo en la Fonteta. El Valencia Basket no ofreció indudablemente su mejor versión ayer y el Real Madrid no necesitó jugar de forma brillante para ganar. Impotencia, caída de brazos, falta de dureza, fueron algunos de los detalles que dejó ayer el partido. En nada se pareció a los últimos duelos en feudo valenciano, donde con menos efectivos, y con más agotamiento, el equipo de Laso necesitaba dar el máximo para ganar. Ayer, desgraciadamente para el aficionado taronja, esto no fue así. La apuesta inicial de Bryant en el quinteto salió mal y ya van dos patidos de fiasco. Es, sin duda, un dato para reflexionar. Se sigue transmitiendo tranquilidad con el norteamericano, pero no contar con un jugador interior que llega con la vitola de ser importante es un lujo con un peaje muy caro. Motivo de preocupación, aunque no el único.

Al Valencia Basket se le vio muy lejos de la intensidad defensiva por la que siempre se ha caracterizado. El Real Madrid fue mejor en todo, pero además puso más deseo en la cancha. Hay que acogerse a que esto acaba de empezar. Los engranajes del equipo denotan que necesitan tiempo, sobre todo para los nuevos fichajes, que todavía no han terminado de plasmar lo que se espera de ellos.

Llull domina al inicio

El partido no empezó bien para los taronja. El Real Madrid impuso un alto nivel de anotación con acciones de Llull y Maciulis, que iluminaron las primeras alarmas en La Fonteta (0-7). Con un nivel defensivo más bajo que antaño y acciones precipitadas en ataque, los de Pedro Martínez eran un cúmulo de errores que el conjunto de Laso aprovechaba para llevar la manija con relativa comodidad, tanto en el juego como en el marcador. Las rotaciones en el interior, con la vuelta al banquillo del titular Bryant, dieron otro aire al equipo taronja. El acierto exterior de San Emeterio y de Thomas hizo efecto para minimizar la ventaja blanca, al mismo tiempo que la defensa comenzó a apretar para dejar el marcador ajustado al finalizar del primer cuarto (17-23). En el segundo período, de nuevo los madridistas incidieron en las dudas de los valencianos y con una acción de Hunter tomaron su máxima ventaja hasta el momento (21-33). El abuso del triple y las dudas atrás seguían siendo un serio lastre. El Valencia Basket, pese a todo, reaccionó en una situación difícil, y con un buen trabajo reboteador y los puntos de Sikma, minimizaron la ventaja de los de Laso, que con un juego más duro en contra, cometieron errores. Pese a echar en falta los puntos exteriores de Rafa Martínez y de Diot, los valencianos dejaron el marcador vivo al descanso (36-42).

Tercer cuarto letal

El paso por los vestuarios sentenció el choque para los de Laso. El parcial del 18-34 lo resume. El Real Madrid anotó sin oposición, con un Valencia Basket descompuesto. Los de Pedro Martínez intentaron lavar algo la imagen en el último período y revertir algo irremediable. Solo Sato, con doce puntos, lo intentó. Insuficiente.