Adriana Martín y Natalia Gaitán son muy futboleras. Les encanta el fútbol. Se les iluminan los ojos cuando hablan de sus ídolos, pero también cuando comentan la apretada clasificación de la Liga Iberdrola. El pique sano entre levantinistas, cuartas en la tabla, y valencianistas, terceras, es la envidia del fútbol femenino español.

Adriana es de Teruel y tiene 30 años. Es delantera del Levante UD y hace poco que se reconcilió con el gol después de una larga lesión. Natalia, por contra, es de Bogotá y tiene 25 años. Es el pulmón del centro del campo del Valencia CF, aunque también se adapta en la defensa.

«Veo todo lo que puedo de fútbol, demasiado a veces. Me gusta ir al estadio a apoyar a los chicos. Si nos dedicamos a esto es porque nos encanta, está claro que no es por dinero», inicia la azulgrana. «Hay que vivirlo, hay que tener pasión por este deporte para entrenar todos los días y dedicarte a esto», remacha Natalia.

Ellas simbolizan el inicio de una nueva era en la que el fútbol se ha dejado conquistar por las mujeres. Ahora las niñas quieren jugar al fútbol, quieren ser como Messi, Cristiano, Zaza, pero también como Adriana, Natalia y sus compañeras de equipo. Ellas, a diferencia de lo que sucede con los chicos, todavía parecen humanas. Comentan lo que ven y lo que sienten cada fin de semana ante un té y una manzanilla, frente las Torres de Quart.

«Con la retransmisión de los partidos se está logrando que las niñas conozcan a las jugadoras. En mi país se ha notado mucho con la selección, estuvimos en el Mundial de Canadá y, desde entonces, las niñas tiene referentes en el equipo. Escuchar a un niña decir que quiere ser como tú es muy bonito», explica la futbolista del Valencia CF. «Ahora , con las redes sociales, se mueve todo mucho y ya hay clubes de fans. Las niñas se fijan en nosotras y somos su espejo», relata Adriana, que quedó impresionada en su paso por el fútbol estadounidense. «Es increíble, las norteamericanas son estrellas para ellos. Una jugadora montaba un campus y en dos días tenía 400 niños», cuenta la jugadora turolense.

Respecto a la liga española, Adriana subraya el nivel de las futbolistas. «Es muy alto. En la selección vamos a Eurocopas y Mundiales y damos la talla, tenemos grandísimas jugadoras», resalta. «El nivel está, pero hay que explotarlo y eso depende de la preparación de cada equipo. Hay una brecha entre clubes que se está haciendo pequeña», incide Natalia. En este punto, agradecen la apuesta de los clubes, como el Valencia CF y el Levante UD, por sus secciones femeninas. «Si no lo hacen los clubes con nombre, ¿quién lo va a hacer? Esperemos que algún día el Real Madrid entre para dar un plus de calidad a la competición. Debería ser un obligación para los grandes clubes la sección femenina», dice Adriana. Ambas se muestran más que agradecidas por el trato en sus clubes. «En el Levante UD sabemos que podemos llamar a la puerta del presidente si pasa algo», afirma Adriana. «Este año estamos jugando todos los partidos en el campo de césped, con la presidente cada año mejoramos», responde Natalia.

Un punto fuere del fútbol femenino es la unión entre las jugadoras. «Estamos unidas y hay un ambiente muy sano. Valoramos el esfuerzo de todas las compañeras, yo soy amiga de Charlyn, que es del Levante UD», dice Natalia. «Bastante nos cuesta ir hacia delante como para pelearnos entre nosotras. Aquí hay relaciones y buenas amistades entre jugadoras de distintos equipos», explica Adriana, que antes de acabar la entrevista comenta con Natalia lo «bonito» que sería jugar en Mestalla el derbi de la segunda vuelta. No depende de ellas, pero los dos mejores equipos de la ciudad se lo merecen.