«El chaval no tiene por qué hacer cosas raras. Está cobrando religiosamente del Valencia (unos 1.500 euros al mes)», apuntaron ayer desde la cantera valencianista sobre Mikey Fernández, el mediocampista alicantino de 20 años detenido y posteriormente dejado en libertad con cargos por haber participado supuestamente en el amaño del Barça B-Eldense del pasado sábado (12-0), en un partido del grupo tercero de Segunda B.

Mikey llegó a Paterna en Cadetes y pasó por todas las categorías hasta llegar al Mestalla, donde se vio frenado su progresión y se marchó cedido primero al Guijuelo y después al Eldense. «Es un chico normal que nunca causó ningún problema, pero si se confirma que ha amañado ese partido, se le rescindirá el contrato automáticamente», afirman desde el club de Mestalla.

De todas formas, Mikey acaba contrato en junio con la entidad valencianista. El mediocampista, que ha vivido muchos años en la residencia del Valencia, se pasó el lunes por las instalaciones de la Academia en Paterna para tratarse de una lesión y se mostró compungido por la derrota y dijo ser ajeno a todas las sospechas sobre la venta del partido. De hecho, tras recibir esa goleada récord, el propio Mikey escribió un tuit que levantó una ola de apoyos: «El día más duro de mi vida», escribió y muchos, conmovidos, le animaron a seguir «trabajando». El jugador ya había despertado la solidaridad de los rivales azulgrana al marcharse del encuentro envuelto en lágrimas.

Retirada del pasaporte

Los cinco detenidos por el caso del presunto amaño del partido Barcelona B-Eldense salieron ayer del Palacio de Justicia de Elda en libertad con cargos tras haber sido interrogados por el juez. Los detenidos fueron Franscisco Ruiz, entrenador oficial del equipo, y los futbolistas Michael Wayne Fernández y Nicolás Cháfer, a quienes, según fuentes próximas al caso, se les ha retirado el pasaporte. Posteriormente llegaron Filippo Di Pierro, quien en la práctica dirigía al equipo, y el máximo responsable del grupo inversor italiano, Nobile Capuani.

Ambos se declararon inocentes y quedaron en libertad con cargos por presuntos delitos de asociación ilícita y corrupción entre particulares. «No pueden salir de la Unión Europea pero obviamente sí pueden viajar a su país, Italia», explicó su abogado.

La investigación comenzó con la denuncia del jugador Cheikh Saad, quien indicó que el partido fue amañado por cuatro jugadores de su equipo, en connivencia con el entrenador. La junta gestora del Eldense anunció el domingo la desvinculación del grupo inversor y la suspensión cautelar de la actividad deportiva del primer equipo, al tiempo que pidió que se investigara si el resultado del partido (12-0) estuvo relacionado con las apuestas.

También ha anunciado que en el partido del próximo domingo ante el Sabadell, jugarán junto a algunos futbolistas del primer equipo un buen número de jugadores procedentes de la cantera.