El de este domingo es un partido especial en casa de los López. El Atlético Levante UD, en posiciones de promoción de ascenso a Segunda División B, recibe la visita del Silla CF, clasificado en la mitad de la tabla, en la Ciudad Deportiva de Buñol (12.00 horas).

En el banquillo azulgrana estará Paco López (Silla, 50 años), que afronta el encuentro de una manera distinta por razones obvias. «Es un partido especial por muchas cosas, aunque una vez empieza a rodar el balón sólo estás centrado en que tu equipo haga las cosas bien para ganar los tres puntos. Pero es cierto que es el equipo de mi pueblo, donde están mis hijos jugando y por todo ello tiene un significado especial», explica el técnico granota. Y es que López, vecino de Silla, dio los primeros pasos de su carrera futbolística con la camiseta del club «blanquillo» antes de entrar en la cantera del Valencia CF. Además, actualmente es abonado del club y tiene en sus categorías inferiores a sus dos hijos, contagiados también por el veneno del fútbol.

El más joven es Gerard López (Silla, 18 años), delantero centro del Juvenil A del conjunto sillero. «Este partido es una situación difícil para elegir, pero tengo que ir siempre con mi padre. Si gana, me dolerá por el Silla, que es mi club, pero me alegraré mucho por mi padre», explica Gerard, un goleador de raza que presenta algunas diferencias respecto a Paco. «Me puedo parecer en cosas a él, pero no soy tan rápido ni tan habilidoso. Tengo otras cualidades que posiblemente a él le faltaban», sonríe mientras mira a su padre.

«Mide 1,80, pero tiene detalles míos. Por ejemplo, le gusta recortar mucho, como a mí. Es un poco una mezcla», apunta el entrenador del filial del Levante UD.

Su hijo mayor, Marc López (Silla, 20 años) se asemeja más al estilo de aquel delantero que marcó goles en el Mestalla, el Levante UD, el Extremadura, el Castellón o el Murcia, entre otros muchos equipos. «Juego de extremo, pero lo tengo todo de mi padre. Nos parecemos mucho en la forma de jugar, aunque él dice que era mejor», bromea Marc, quien destaca la cantidad de vídeos que guardan casa con los partidos del primer López. «Es más pequeñito, con calidad... Es más como yo», apuntilla el técnico valenciano.

Marc juega ahora con el Silla B, pero entrena habitualmente con el primer equipo. De hecho, ya sabe lo que es «sufrir» a Paco en el banquillo del equipo rival. «En pretemporada ya no enfrentamos en un amistoso y jugué toda la primera parte. Supone una motivación extra», comenta Marc, que hasta hace poco lucía el dorsal 11, como su padre.

Pese a que se considera bastante «objetivo» con sus hijos, López reconoce que le suelen pedir consejo para mejorar. «Claro, como es entrenador, le tienes que hacer caso», admiten Gerard y Marc.

Con todo ello, tras el pitido final el duelo entre el Atlético Levante UD y el Silla CF promete una entretenida tertulia en casa de la familia López, en la que tanto el Levante UD como el Silla CF tienen sus sitio ganado en el corazón.

«Para el pueblo, hablo como sillero, es un orgullo tener un equipo en Tercera División. Es la primera vez en la historia. El año pasado el equipo ya se marcó una buena temporada siendo la primera en la categoría y el presidente, Ricardo Peris, está creando una ilusión muy importante en el pueblo. Sería todo un éxito que el equipo siguiera una temporada más en Tercera. Para mí, mis hijos están muy bien, estén en casa, están estuiando y están con la ilusión de jugar al fútobl. Para unos padres es lo más importante», remata Paco López.