El Ontinyent dio ayer un paso atrás en sus aspiraciones de promocionar por el ascenso, al perder ante el Lleida, un rival directo. El conjunto catalán, empatado a puntos, le supera ahora en la clasificación. Pero queda mucha liga y el Ontinyent se ha mostrado, en el balance global, como un equipo perfectamente capacitado para quedar entre los 4 primeros. En Lleida, ayer, sufrió el lógico bajón físico tras su esfuerzo de las últimas semanas.

El gol del local Félix a la media hora de juego marcó un punto de inflexión en el partido. El delantero recibió el balón y se lo acomodó, completamente solo, en el punto de penalti. Desde allí, envió un chut lejos del alcance de Campos, que no pudo hacer nada.

En muy poco tiempo, el Lleida abría su ventaja. Concretamente, a 5 minutos de que el árbitro señalase el descanso. Un centro desde la derecha lo aprovechaba Juanitopara establecer el 2-0, que dejaba el partido muy cuesta arriba para el Ontinyent.

Lejos de rendirse, el conjunto valenciano merodeó el gol antes del descanso. Un pase de la muerte de Verdú se paseó cerca de la línea de gol sin encontrar rematador.

El Ontinyent reclamó penalti por un derribo sobre Raúl al inicio del segundo tiempo. No sólo no se señaló, sino que rápidamente llegaba el tercer tanto local. El cuarto llegó a balón parado con un remate desde el área pequeña. Para antonces, el partido era ya una tortura para el Ontinyent, que trataron de terminar el choque de la forma más digna posible.