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El director general de Caja Mediterráneo (CAM), Roberto López Abad, afirmó ayer que la propuesta del conseller de Economía y vicepresidente segundo del Consell, Gerardo Camps, respecto a que si hay fusión Bancaja-CAM, su sede operativa y fiscal esté en Alicante, abre "la posibilidad" de la CAM a respaldar "cualquier proyecto" que sea planteado "de manera sensata", es decir, que sea "económica y socialmente viable". No obstante, indicó que "todo esto se barajará en su momento y el consejo tomará la decisión que estime más oportuna", y añadió que "el resto de valoraciones en estos momentos no proceden". Además, apuntó que la fusión "no tiene una fecha prevista", pero que no será "a muy largo plazo".

López Abad, preguntado por los medios sobre las palabras del conseller Gerardo Camps en este diario, indicó que al expresarse así, el vicepresidente "lo que ha dicho es que abre la posibilidad a respaldar cualquier proyecto que sea planteado de una manera sensata", es decir, que sea "económica y socialmente viable". Por lo tanto, continuó López Abad, con estas palabras, la CAM tiene "más grados de libertad para tomar la decisión que mejor responda a lo que busca".

De esta forma, López Abad indicó que tras las palabras de Gerardo Camps, "no hay cambios sustanciales en cuanto a lo esencial", puesto que la CAM "siempre ha estado abierta a cualquiera de los procesos que impliquen integrarse en un proyecto más grande, más potente, que juegue en la liga del mundo global". La CAM siempre ha estado abierta "a esto", ha estudiado y valorado "todas las alternativas que son razonables y que responden a los criterios básicos por los que una decisión de estas características debe ser tomada". Oficialmente, Bancaja no hizo valoraciones ayer sobre las declaraciones de Gerardo Camps. No obstante, la propuesta del político popular rebasa una de las líneas rojas que la entidad valenciana no está dispuesta a cruzar ante una posible fusión: que la sede operativa de la caja resultante no esté situada en Valencia.

El secretario general del PPCV, Antonio Clemente, matizó ayer sus manifestaciones del domingo y mostró su "respaldo" a la propuesta de Gerardo Camps de que la sede se ubique en Alicante. Para Clemente, la propuesta es "adecuada".

Por su parte, el secretario general del PSPV-PSOE, Jorge Alarte, advirtió de que su partido no apoyará ningún proceso de fusión entre cajas de ahorro que no cuente con un "nivel mínimo" de consenso social y político, y el "mayor nivel" de consenso territorial entre las tres provincias. Según lo expuso en rueda de prensa, el PSPV-PSOE "no aceptará ninguna opción que no camine por esta senda", ya que la fusión entre cajas de ahorro valencianas es un proceso "trascendental" para el futuro económico de la Comunitat. Alarte precisó que debe existir un "nivel mínimo" de consenso social entre los representantes de los trabajadores de las cajas de ahorro para mantener el empleo y la red de sucursales.

Empresarios

El presidente de la patronal autonómica Cierval, Rafael Ferrando, reiteró ayer que cuestiones como la sede de una nueva entidad financiera, en caso de que CAM y Bancaja se fusionaran, son decisiones que corresponden a los órganos de gobierno de las cajas.

Por último, el presidente de la Cámara de Comercio de Castelló, Salvador Martí, volvió a pedir ayer que la operación de las cajas valencianas sirva para generar un "reequilibrio territorial" del sistema financiero. No obstante, dijo que Gerardo Camps apuesta por "algo" que a él no le "gusta", como es que "Alicante sea la capital financiera de la Comunitat".