El presidente de la Generalitat, Francisco Camps, desveló ayer, durante la sesión de control en las Corts Valencianes, que la fusión entre Bancaja y la CAM habría comportado una menor destrucción de empleo de la que se derivará, según los datos que se manejan en estos momentos, de los acuerdos de integración en los SIP liderados por Caja Madrid y Cajastur que las dos entidades han firmado en menos de un mes. A pesar de que el vicepresidente económico del Consell, Gerardo Camps, afirmó hace unos días que el Gobierno autonómico desconocía el informe que Bancaja y la CAM encargaron a la consultora AFI para determinar si su fusión era viable -el documento concluía que no-, su superior jerárquico demostró que eso no es así, porque además sabe que la fusión habría significado que "el 35% de los créditos compartidos se habrían visto menoscabados", según informa Eu?ropa Press. El único dato que había trascendido del citado informe era que ambas cajas compartían el 38% de los clientes.

Así que Camps, en respuesta a una dura intervención del diputado de Compromís Enric Morera, hizo público, seguramente en contra de sus intenciones, que la integración de las dos grandes cajas valencianas habría supuesto una menor sangría de empleo. En la CAM barajan que su SIP con Cajastur, Caja Extremadura y Caja Cantabria les obligará a prescindir de 700 trabajadores. En Bancaja creen que la cifra puede llegar a 900, si bien el sindicato mayoritario, el Sate, la eleva a 1.500 o 1.800 en función de cómo se reestructure la red y de si los servicios centrales de la entidad se desmantelan en su totalidad al estar la sede operativa del SIP en Caja Madrid. Por tanto, hablamos de un mínimo de 1.600 empleos destruidos y de un máximo de 2.500. Una cifra es superior a los 1.500 citados ayer por Camps sobre la fusión Bancaja-CAM e inferior a la de informes no oficiales, que estimaban 4.000 bajas.

Aquellos "héroes"

Estos datos y la realidad de que la Comunitat Valenciana ha perdido en este proceso sus dos sedes finan?cieras no han hecho mella en Camps, de quien Morera dijo que "no está capacitado para gobernar", porque "ha consentido que en 17 días el pueblo valenciano se quede sin instrumentos financieros". El diputado de Compromís fue un poco más allá en sus críticas y acusó al jefe del Consell de ser "un traidor de los intereses del pueblo valenciano". Camps, que ha asistido a la reestructuración de las cajas atenazado por el caso Gürtel, reiteró que ahora Bancaja y CAM "son más fuertes y más solventes". Por si estas afirmaciones no fueran suficientes, añadió que "la estructura financiera de nuestra Comunitat va a dar un salto hacia adelante como en poco tiempo podíamos pensar haber tenido" y acabó haciendo un homenaje surrealista a los dirigentes de las pequeñas cajas del pasado que, con sus decisiones de ir fusionándose, dieron lugar a Bancaja y la CAM, hasta hace un mes la tercera y la cuarta cajas de España. Quizás traicionado por su subconsciente, concluyó haciendo una loa a aquellos "héroes que tuvieron visión de futuro y que nos han dado la posibilidad a los valencianos de formar parte [no liderar, no ser] de la prime?ra y la tercera cajas" del país.

Carrau será el subdirector del grupo CRM

El director general del grupo Cajas Rurales del Mediterráneo (CRM), Juan Antonio Gisbert, ha nombrado a su equipo directivo, en el que Rafael Carrau, director general de Crédit Valencia, será el subdirector y Pablo Font de Mora desempeñará el cargo de secretario general. El organigrama de la nueva dirección de CRM, constituido el pasado lunes, liderado por Ruralcaja e integrado por otras tres cooperativas de crédito valencianas, está compuesto además por un director de Inversiones (José Luis Fernández), un director de Administración y Control (Juan Ramón Subiela), un director comercial (Antonio Cantó, director general de Caixa Rural Torrent) y un director de Medios (Felipe Aguado), ha informado el grupo. Gisbert, Font de Mora, Fernández, Subiela y Aguado proceden de Ruralcaja.