El presidente andaluz, José Antonio Griñán, ha convocado a los líderes de la oposición y a los sindicatos mayoritarios a partir de hoy para alcanzar un acuerdo que consiga fusionar Cajasol y Unicaja, un paso clave para llegar a una gran caja única ante la crisis económica y financiera y el temor a perder CajaSur. La fusión de estas dos entidades, bien vista por el PP es clave en la "hoja de ruta" trazada por el presidente de la Junta, que quiere que la integración de ambas sea el paso previo para una futura "gran caja única", un objetivo estratégico del anterior presidente andaluz, Manuel Chaves, durante más de diez años. Con esta propuesta, Griñán ha abandonado su reiterada "neutralidad" en los movimientos del sistema financiero andaluz y quiere la unión entre la malagueña Unicaja y la sevillana Cajasol, y a partir de ahí lograr el objetivo de crear una gran corporación andaluza. A este proceso pretende incorporar a CajaGranada, aunque estaría abierto a "otras cajas no andaluzas". El problema es que esta entidad se ha sumado a un SIP (fusión virtual) con Sa Nostra, Cajamurcia y Caixa Penedés.

La decisión de Griñán sigue la línea que han marcado los presidentes de autonomías como Galicia (Caixanova/Caixa Galicia) o Castilla y León (Caja Duero y Caja España) que han forzado la fusión interna, a diferencia de la Generalitat, que renunció a la unión Bancaja y CAM y finalmente ha visto cómo las dos han pasado a estar bajo el control de Caja Madrid y Cajastur.