El Gobierno es consciente del rechazo que genera su propuesta de retrasar de 65 a 67 años la edad de jubilación y estudia diversas alternativas para prolongar la vida laboral de los trabajadores, desde limitar las jubilaciones anticipadas a incentivar la permanencia en el mercado laboral.

Las fórmulas barajadas, según han apuntado fuentes del Ejecutivo, tienen como objetivo retrasar de forma efectiva la edad media en la que los españoles comienzan a cobrar su pensión, que se sitúa en estos momentos en los 63 años y diez meses. La prolongación de la edad legal de jubilación se haría de forma progresiva hasta llegar a los 67 años en 2025.

Después de aprobar sin apoyo de los agentes sociales la reforma laboral, el Gobierno quiere que la de las pensiones cuente con el respaldo de la Comisión parlamentaria del Pacto de Toledo y de los sindicatos, pero éstos y el PP ya han anunciado su desacuerdo con el retraso de la edad de jubilación hasta los 67 años.

Entre las propuestas que estudia para acercar posturas está la limitación de las jubilaciones parciales, de modo que no puedan recurrir a ellas empresas con beneficios, y que si lo hacen paguen a la Seguridad Social.

También está sobre la mesa la posibilidad de incentivar a los trabajadores que quieran continuar de forma voluntaria en el mercado laboral una vez superada la edad legal de jubilación, compensando esta decisión con incrementos en la pensión. Esta es una de las fórmulas que ha defendido públicamente el Partido Popular.

Una tercera posibilidad, según apuntan las fuentes del Ejecutivo, sería mejorar el actual sistema de jubilaciones parciales y permitir a los trabajadores de edad avanzada seguir en su puesto a tiempo parcial compaginando sueldo y pensión.