?

El inmueble de lujo que sustituirá al antiguo edificio de juzgados en la calle Navarro Reverter de Valencia se construye al ralentí. La banca, que ya es propietaria de gran parte del proyecto, ha tenido que ralentizar las obras porque no encuentra compradores para una finca de viviendas, locales y oficinas cuyos precios medios superan holgadamente los 8.000 euros por metro cuadrado. La promotora y constructora Lubasa se hizo con el solar poco antes del estallido de la crisis económica tras presentar la mejor oferta ante la Conselleria de Economía.

La empresa de Luis Batalla desembolsó la friolera de 105 millones de euros, 6.500 euros por metro cuadrado, más del triple de la valoración que el Ayuntamiento de valencia hizo de la permuta de la Tabacalera por el edificio municipal de la Plaza de América, a apenas dos centenares de metros del inmueble de Navarro Reverter.

En primavera de 2008, Lubasa obtuvo la licencia de obras para remodelar casi por completo el edificio de los juzgados y reconvertirlo en un complejo de lujo para viviendas y oficinas, que incluye también locales comerciales. El proyecto no tardó en torcerse por falta de financiación, hasta el punto de que Lubasa tuvo que cederlo casi en su totalidad al BBVA, Banco de Valencia y Caja Madrid. Según fuentes empresariales, el mercado no está respondiendo a la oferta de unos pisos que se comercializan por cerca de dos millones de euros.

Al igual que muchos de sus competidores, la empresa de Luis Batalla ha sufrido los embates del fuerte pinchazo inmobiliario. El sector de la construcción siempre confió en un aterrizaje suave y no adivinó la crisis financiera y el cierre de los mercados, de ahí que firmas como Lubasa es embarcasen en proyectos muy caros pese a que ya se advertía la magnitud de la burbuja. Pero la crisis financiera y de liquidez cogió con el pie cambiado a muchas empresas, que acumulaban un alto nivel de apalancamiento. Lo que en principio iba a ser un edificio diseñado por el reconocido arquitecto Jean Nouvel terminó en manos más domésticas, las del profesional valenciano Joaquín Añón (AIC). La alcaldesa de Valencia, Rita Barberá intervino directamente. El consistorio interpretó que el proyecto de Nouvel tenía "demasiado impacto sobre el entorno" de Porta de la Mar.

Refinanciación

Lo cierto es que, como muchas otras empresas ligadas al sector inmobiliaria, Lubasa ha tenido que refinanciación gran parte de su deuda para no verse acosada por los acreedores. Según fuentes empresariales, sólo con el Grupo Bancaja la firma de Luis Batalla ha alcanzado acuerdos para demorar o reducir con dación de pago de activos la amortización de préstamos por valor de 1.100 millones de euros.

La filial de medio ambiente Tetma sale al mercado

Como muchas otras empresas de la construcción y servicios, Lubasa no desaprovechó los años de bonanza económica para experimentar un gran crecimiento. El área de concesiones en servicios medioambientales fue uno de los proyectos estrella a la hora de diversificar. A través de la filial Tetma, Lubasa tiene ahora en numerosos contratos de ayuntamientos e instituciones públicas una de sus patas de facturación. No obstante, el negocio de concesiones como recogida de basuras, tratamiento de residuos o limpieza viaria, pese a su solidez no aporta grandes rentabilidades. de ahí que Lubasa se haya planteado incluso poner en el mercado su filial Tetma en busca de liquidez para otros proyectos. La empresa podría ser atractiva para grandes grupos, tipo ACS o Ferrovial que buscan introducir en sus balances grandes volúmenes de facturación para crecer.