La CAM se queda sin opciones para evitar su nacionalización. El Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) ya ha comunicado oficialmente a la entidad su negativa a concederle parte de las ayudas previstas mediante la suscripción de participaciones preferentes -similares a un crédito-, lo que significa que tomará el control de la entidad al inyectarle los 2.800 millones que necesita en forma de capital.

Además, el fondo norteamericano JC Flowers también ha decidido suspender las negociaciones con la caja alicantina para invertir entre 600 y 800 millones de euros ante el mal momento que atraviesan los mercados europeos, y el rechazo del Banco de España a ofrecerle garantías que le protejan de las posibles pérdidas que sufra la CAM por su cartera inmobiliaria.

De esta forma, el organismo creado por el Ministerio de Economía y el Banco de España para recapitalizar las cajas podría quedarse con hasta un 80% de las acciones del nuevo Banco CAM, al que la entidad alicantina va a transferir todo su negocio financiero. Todo depende ahora de la valoración que realicen los tasadores elegidos por el supervisor financiero -HSBC, Merrill Lynch y Credit Agricole-, aunque difícilmente será positiva para los intereses de la caja presidida por Modesto Crespo, sobre todo después de los bajos precios que han fijado Bankia y Banca Cívica para su salida a Bolsa.

Aunque oficialmente la fecha para concluir todos los procesos de recapitalización es el próximo 30 de septiembre, en el sector financiero se asegura que el Banco de España podría adelantar la inyección de capital a este mismo mes. En la caja sostienen que no tienen ninguna comunicación al respecto.

Apoyo garantizado

Desde la CAM trataron ayer de quitar hierro a la situación y señalaron que, más allá de la forma que se escoja, lo importante es que el FROB ha reiterado su compromiso de aportar el dinero que necesite la entidad para alcanzar los nuevos mínimos de capital principal exigidos por el Gobierno. Al respecto, la directora general de la entidad, María Dolores Amorós, señaló que "la posibilidad de que entre capital público aporta fortaleza y seguridad. Es un plus adicional para la confianza de los mercados y de nuestros más de 3,3 millones de clientes". También destacó la buena marcha del plan de reestructuración de la caja, que le permitirá recortar en 200 millones sus gastos anuales.

Las pruebas de resistencia

La entidad también aprovechó para referirse indirectamente a los resultados de las pruebas de resistencia europeas que se conocerán hoy y que, según fuentes del sector financiero, la caja podría suspender en alguno de sus supuestos, debido a la decisión de la Autoridad Bancaria Europea (EBA, por sus siglas en inglés) de no contabilizar las llamadas provisiones genérica o anticrisis. Un suspenso que, probablemente, afectaría también a CatalunyaCaixa, Unnim y Caja España-Duero, aunque la primera de ellas , al igual que el Banco Pastor, se apresuraron ayer a desmentir el suspenso, alegando que pasaban todas las pruebas.

Sobre este asunto, la CAM asegura que cuenta con un capital propio de 2.364 millones que, sumados a la aportación del FROB, alcanzan un capital principal total de 5.164 millones. Además, destaca que también cuenta con un "colchón de 1.000 millones" de las citadas provisiones genéricas "para hacer frente a una hipotética situación extrema de los mercados". No señaló, sin embargo, si eso significa que superará la pruebas.

Lo cierto es que la situación de la caja y, la falta de información, está provocando un malestar cada vez mayor entre los miembros del consejo de administración de la entidad.

Desde que rompió con Cajastur y se le comunicó que necesitaba captar 2.800 millones de euros para cumplir con los nuevos requisitos de solvencia, la CAM siempre ha intentado que el Banco de España le reconociera el derecho a conversar su parte proporcional de las ayudas del denominado FROB1 que se autorizaron para el Banco Base.

Fitch da un notable bajo a Bankia

La agencia de calificación de riesgo Fitch elogió ayer la salida a Bolsa de Bankia y asignó un "notable bajo" (A-) a la deuda a largo plazo de la entidad, lo que significa que su calidad crediticia es buena.

La nota otorgada por Fitch coincide con la que le dio en marzo Standard and Poor's (S&P), pero es dos escalones superior a la que le asignó Moody's recientemente. Además Fitch pone en perspectiva estable la calificación de Bankia, por lo que no es de esperar recortes en el futuro próximo. A principios de junio, Fitch reconoció que la salida a bolsa de Bankia sólo podría tener efectos positivos para la entidad y para la calificación de su deuda.