El Santander facilitará el pago de la hipoteca de la vivienda habitual a los parados y a aquellos clientes de la entidad que sufran un importante descenso de sus ingresos, según anunció ayer el consejero delegado del banco, Alfredo Sáenz, en la presentación de los resultados semestrale. «Somos sensibles» a sus problemas, dijo. Esta iniciativa se aplicará a partir del próximo mes de agosto y se articulará a través de una moratoria de tres años sobre el capital principal, con el fin de aliviar las dificultades de determinados segmentos de población a la hora de hacer frente al pago de su hipoteca en el actual contexto de crisis.

El consejero delegado del Santander explicó que además de los trabajadores que pierdan su empleo se podrán beneficiar de la medida aquellos particulares y autónomos clientes del banco que registren un descenso de sus ingresos del orden del 25%. Según sus cálculos, la medida puede llegar a reducir la letra mensual de la hipoteca sobre la vivienda habitual a la mitad, hasta unos 300 euros en el caso de un préstamo por importe de 125.000 euros a un plazo de 25 años y con un diferencial de Euríbor más 0,7 %. Los tres años de carencia del capital principal se acumularían al final del plazo del préstamo, en los tres años siguientes, especificó el consejero delegado. «Es un alivio importante» de la carga, sostuvo, sin atreverse a cuantificar el impacto que la medida puede llegar a tener sobre las cuentas del banco.

Gana un 21 % menos

El Santander obtuvo un beneficio neto atribuido de 3.501 millones de euros en el primer semestre del año, cifra un 21,2% inferior a la del mismo periodo de 2010, que fue de 4.445 millones. El banco explicó que este resultado incluye la creación de un fondo de 620 millones de euros para la cobertura de eventuales reclamaciones que pudieran producirse por la venta de seguros de protección de pagos en Reino Unido. Sin dicha provisión, el beneficio semestral se habría situado en 4.121 millones, un 7 % menos.